Maria Parado de Bellido: una heroína del Bicentenario de la Independencia del Perú
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¿Por qué es importante conocer la historia de esta mujer que dio su vida por defender a su país? Conoce su historia.
Su vida transcurrió en Cangallo, Ayacucho. A los 15 años se casó con Mariano Bellido con quien tuvo 7 hijos. Su familia se encargó del cultivo de tubérculos y la crianza de vacas. Hasta ese momento, todo se daba con una silenciosa normalidad hasta que su hijo Tomás se uniera al grupo de patriotas liderados por Juan Antonio Álvarez de Arenales, seguidor del general José de San Martín.
Un año después de la Declaración de la Independencia del Perú, los ánimos en toda la región seguían bastante tensos aún. Los levantamientos continuaban y tanto su esposo Mariano como María decidieron sumarse a la batalla. El hecho detonante y decisivo para que María tomara esta decisión fue el lamentable asesinato de su hijo Tomás Bellido a manos de los realistas.
Posteriormente, María Parado de Bellido y su esposo se encargaron de las tareas de espionaje. María, bajo un seudónimo y sin saber escribir, firmaba cartas y así podía espiar la ubicación del enemigo. Con esta información podía alertar a los guerrilleros y, de tal modo, estar alerta a los posibles ataques. Su trabajo fue clave para poder reconocer las coordenadas secretas e identificar los desplazamientos de las tropas realistas.
Sin embargo, la labor que realizaba necesitaba la implicación de diferentes personas. Compartir las coordenadas del enemigo era tan secreto que solo podía hacerlo con compañeros de su extrema confianza. En una ocasión, una de sus cartas destinada a su esposo fue descubierta por los españoles. Este sería el inicio de la caída de María y su grupo.
A pesar de la independencia declarada, existían aún muchos grupos de españoles que pretendían restarle importancia a este proceso o simplemente revertirlo. Por ello, seguían avanzando por todo el territorio tratando de retomar el control. Así lo hicieron con el pueblo de María, Cangallo. María fue capturada junto a varios guerrilleros y torturada bajo interrogatorios inhumanos. Se le acusaba de ser la brújula espía para los rebeldes. Sin embargo, jamás reveló ningún nombre.
Un 1 de mayo de 1822, María Parado de Bellido fue fusilada en La Plaza de Arco de Huamanga, Ayacucho. Se dice que fue sepultada en la Iglesia de la Merced y sus otras hijas quedaron huérfanas. Más adelante, Simón Bolívar les otorgaría una casa y una pensión de por vida, en señal de agradecimiento al sacrificio de su madre, la heroína María Parado de Bellido.