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Desde el año 2012, el 1° de agosto se conmemora el Día Nacional de la Alpaca.

Con más de 6 millones de alpacas, lo que representa el 80 % de la población de esta especie a nivel global, según cifras de la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PROMPERÚ), el país se distingue como el primer productor de fibra de alpaca en el mundo.

Además, de acuerdo a datos de PROMPERÚ, la exportación de este bien llegó a casi 200 millones de dólares en el año 2022, teniendo como principales mercados de este producto a Asia, Europa y Estados Unidos. 

2024: EL AÑO DE LOS CAMÉLIDOS

La fibra de alpaca se produce principalmente en Puno con un 39.6 % de la producción total, seguido por Cusco (14.7 %), Arequipa (12.7 %), Huancavelica (8.3 %), Apurímac (5.9 %), Ayacucho (2.8 %) y Pasco (1.8 %), lo que convierte esta actividad en un sustento vital para cerca de 90 mil familias que forman parte de este ecosistema. 

Según información de la entidad nacional, Perú es el primer productor mundial de fibra de alpaca, exportando más de 7000 toneladas de fibra al año. Para potenciar este contexto, el año 2024 ha sido declarado el Año de los Camélidos, por parte de la Organización de las Naciones Unidas.

JOYA ANDANTE DEL ANDE

Una de las características más interesantes de la fibra de alpaca es su capacidad térmica. Su adaptabilidad es tal que, cuando uno siente frío, la prenda confeccionada con esta materia prima abriga y, cuando hace calor, es ligera. ¡Fascinante!

Esto tiene una explicación: su finura, ya que en el diámetro puede alcanzar las 19 micras con una modulación muy baja. Concretamente, estos productos se pueden utilizar en cualquier temporada estacional del año, sea invierno, verano, otoño o primavera.

Otra de las características de la fibra de alpaca radica en su durabilidad, permitiendo que sea reutilizada. De esta manera, el 90 % de este bien tiene la posibilidad de ser exportado a más de 20 países, siendo los principales destinos China e Italia y Estados Unidos. 

Su propiedad higroscópica también es un punto importante, ya que esta característica hace que la prenda no absorba nada de humedad. Del mismo modo, su elasticidad y resistencia es muy buena.
 

SUAVE COMO LAS NUBES

Hablar de la fibra de alpaca es hablar de suavidad. Y es que su estructura la hace muy suave al tacto, por lo que es comparada con verdaderos titanes como el Mohair (fibra de cabra de Angora) y el Cashmere (fibra de cabra de Cachemira, en la India), dos de los tipos de fibra más preciados del mundo. 

Por otro lado, la fibra de alpaca también es antialérgica, ya que no tiene lanolina (cera natural producida por las glándulas sebáceas del animal) y cuenta con más de 22 colores naturales, desde el negro, pasando por tonos de gris y finalizando con marrón y beige.

Fotografía: César Vallejo

TIPOS Y CLASIFICACIÓN DE LA FIBRA DE ALPACA

Existen dos tipos de fibra de alpaca principalmente: la Suri y la Huacaya. La fibra de la primera se caracteriza por ser larga, lacia y brillante, formando mechas colgantes que dejan al descubierto el dorso del animal, mientras que la fibra huacaya es más corta, rizada y esponjosa, cubriendo todo el cuerpo del camélido. Haciendo un balance, la fibra suri es más fina y suave que la huacaya, pero también, más escasa y en algunas ocasiones, con mayor valor económico. 

La clasificación de la fibra de alpaca se basa en el grosor o diámetro de la fibra, la misma que se mide en micras (una micra equivale a una milésima parte de un milímetro). Según el diámetro, la fibra de alpaca se clasifica en las siguientes categorías (según datos de PROMPERÚ al 2023):  

Alpaca Ultrafina: menor a 18 micras  

Alpaca Superfina: 18.1 a 20 micras 

Alpaca Extrafina: 20.1 a 23 micras

Alpaca Fina: 23.1 a 26.5 micras 

Alpaca Semi fina: 26.6 a 29 micras

Alpaca Semi gruesa: 29.1 a 31.5 micras 

Alpaca Gruesa: más de 31.5 micras 

La fibra de alpaca es apreciada por su calidad y exclusividad, de eso no cabe duda alguna y, gracias a ello, es una fuente de ingresos para miles de familias rurales que se dedican a la crianza y esquila de estos apreciados camélidos, convirtiéndolos en el verdadero tesoro de los Andes peruanos.

Fotografía: Studio Sabático