Chankillo, el observatorio solar más antiguo de América en camino a ser Patrimonio de la Humanidad
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El Perú tiene doce destinos que son Patrimonio Mundial de la Humanidad y podría sumar uno más a la lista este año. El observatorio solar de Chankillo está en carrera para obtener el título que otorga la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
El expediente del centro arqueológico, ubicado en el desierto de Casma, región Áncash, se encuentra en manos de los integrantes de Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos, por sus siglas en inglés). La decisión se conocerá en la siguiente reunión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco a realizarse en Fuzhou, China.
Los pilares del sol
El complejo de Chankillo, hecho de piedra, está conformado por un centro ceremonial, una plaza y 13 torres construidas en hilera en una colina cercana en dirección de norte a sur. El observatorio solar funciona con estos bloques que miden entre 2 y 6 metros y asombran a los turistas por su capacidad para medir el movimiento del sol durante el año a modo de calendario. ¿Cómo?
Para apreciar esta dinámica, los visitantes tienen que estar ubicados en el templo al amanecer. El astro aparece por el rango del vacío que divide una torre con otra. Cada uno de los espacios indica un momento específico del tiempo. Los solsticios y equinoccios también son identificables con precisión. En ese sentido, los pobladores del lugar eran capaces de determinar los cambios de estación.
De acuerdo al arqueólogo peruano Iván Ghezzi, encargado del proyecto de la postulación ante la Unesco, estas cualidades hacen único a Chankillo, pues, recalcó que ningún otro observatorio de su tipo en el planeta, incluso los más populares como el Stonehenge en Inglaterra, cubren la orientación anual del sol. “Es el más auténtico que podamos conocer en el mundo”, afirmó.
La antigüedad de la zona arqueológica es otro detalle que asombra. Según los estudios, su origen se remonta 245 años antes de Cristo. Es decir, antes de los incas y la cultura Moche. Por esa razón, es nombrado como el observatorio solar más antiguo de América y, en palabras del doctor Guezzi, también sería del mundo. Sostuvo que el considerado como más añejo, encontrado en Irán, pertenece a la Edad Media.
El enigma de su población
Una de las grandes preguntas acerca de Chankillo es sobre la sociedad que dominó el sitio arqueológico y realizó la construcción. Para Guezzi Solís, todavía no se tiene la información suficiente para determinarlo. El hallazgo de figuras de guerreros con adornos en las torres daría cuenta de la existencia de una clase social de élite.
Dentro lo concreto es que fue un grupo organizado para elaborar las extraordinarias edificaciones que combinan arquitectura, astronomía y religión. Otro aspecto comprobado es el culto al sol.
Se cree que un espacio del lugar era público, donde se habrían realizado actividades religiosas en fechas especiales, probablemente guiadas por el observatorio solar. Este detalle indicaría que la adoración al astro, característico en el Imperio Inca, correspondería a mucho tiempo atrás. Además, los especialistas aseguran que no se encuentra ninguna relación con las culturas preincas.
El tiempo de vida de funcionamiento de Chankillo duró hasta el año 200 después de Cristo. Fue abandonado por los ataques de otro grupo religioso. El templo principal quedó en ruinas. A pesar de eso, y del tiempo transcurrido, el complejo guarda su magia intacta. Las exploraciones continúan y podrían entregar más descubrimientos interesantes sobre los antiguos peruanos.
¿Sabías que?
Chankillo fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en el 2008.
Fuentes: El Comercio, Andina, BBC, El País, Unesco