Retablo ayacuchano: el arte andino que expresa pasión
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Una de las manifestaciones artísticas más reconocidas de la zona andina del Perú es el retablo ayacuchano. Tal como su nombre lo indica tiene su origen en el departamento de Ayacucho, y es la clara demostración de la destreza y maestría de los artesanos de esta región.
HISTORIA Y SIGNIFICADO
El origen del retablo ayacuchano data de la época colonial, con las llamadas “Cajas de San Marcos”. Estas eran cajas articuladas, con imágenes de distintos santos de la religión católica, que los sacerdotes españoles llevaban en sus viajes con el objetivo de evangelizar a todos los pueblos de la sierra.
Son estas cajas, las que en la década de 1940, sirvieron de inspiración a los artesanos para crear el retablo, expresión artística y cultural ayacuchana que tiene como objetivo contar una historia.
Los retablos representan escenas temáticas con motivos costumbristas; destacando las fiestas y danzas tradicionales, motivos religiosos, vistas rurales, labores agrícolas, peleas de gallos y las corridas de toros.
Para poder narrar la historia de forma adecuada, los retablistas ayacuchanos trabajan sus obras con gran minuciosidad, paciencia y pasión, preservando sus técnicas artesanales a través del tiempo.
ESTRUCTURA Y MATERIA PRIMA
Los retablos ayacuchanos tienen la forma de una caja rectangular y son fabricadas en base a cedro. En el interior se colocan figuras de un tamaño específico (dependiendo del tamaño del retablo), hechas en base a una pasta de papa hervida y molida mezclada con yeso. Asimismo, dependiendo de la temática del retablo se colocan estructuras de personas, las cuales son trabajadas con una mezcla de harina, yeso, polvo colado y agua hervida. La parte posterior de los retablos se recubre con una estructura de madera y las puertas se adhieren a la caja con tiras de cuero.
UNA TRADICIÓN QUE NO DEBE PERDERSE
Año a año, miles de turistas de todo el mundo visitan Ayacucho atraídos por sus coloridas y atractivas expresiones culturales, entre ellas, el retablo ayacuchano. Los visitantes acuden a los talleres artesanales para ser testigos de la fabricación de los mismos y poder adquirirlos. Estos talleres son liderados por artesanos que preservan sus secretos y técnicas de elaboración de generación en generación, convirtiéndolo en una tradición familiar. Gracias a esto, los retablos ayacuchanos mantienen el mismo estilo costumbrista de sus primeros ejemplares.
¡La cultura viva del retablo ayacuchano llena de orgullo a todos los peruanos!