Sechín: conoce la cultura previa a Chavín que marcó un hito en la arqueología peruana
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En 1937, el investigador peruano Julio C. Tello descubrió en el valle de Casma (Ancash) el complejo arqueológico Sechín. Este hallazgo, llevó al ‘Padre de la arqueología peruana’ a replantear su teoría de que Chavín era la cultura matriz de la civilización andina en nuestro país.
El descubrimiento
El primer acercamiento de Tello con Sechín, según refiere el arqueólogo Lizardo Tavera, sucedió dieciocho años antes de la fecha del descubrimiento; cuando el investigador, al regresar de una expedición al complejo de Chavín de Huántar, visitó la hacienda Tabón. El propietario de esta hacienda, guardaba una colección de piezas prehispánicas extraídas de cementerios de la zona.
El 28 de junio de 1937, Tello volvió a la hacienda para indagar más de las piezas que años antes llamaron su atención; sin embargo, el nuevo dueño le indicó que solo conservaba una piedra rectangular con una imagen grabada. Esto daría pie a que Tello permaneciera más tiempo investigando lo que consideraba era evidencia de la importancia e influencia cultural de Chavín.
Tres días después, el también antropólogo, exploró el cerro Sechín y descubrió varios vestigios. Se enteró de la presencia de una “huaca” cercana, y se dirigió al sector llamado “indio bravo”, por un monolito que tenía esculpida la figura de un guerrero, con un rostro que exhibe dientes y cabello ondulante. Fue entonces que, con la ayuda de obreros, Tello excavó y encontró varios monolitos con imágenes parecidas a la anterior; conforme avanzó, encontró más estelas que formaban un muro perimétrico, dentro del cual se descubrirían estructuras de adobe.
Es así que, tras estudios posteriores al descubrimiento de Tello, se confirmó que la construcción del complejo Sechín fue anterior al templo de Chavín de Huántar, evidenciando que existió una civilización asentada en el valle de Casma aproximadamente 1,500 años a.C.
Sobre Sechín
Esta civilización norteña, que se desarrolló durante el Formativo Temprano (de 2,000 a 1,000 años a.C.) estuvo dirigida por sacerdotes y guerreros, y se caracterizó por su rico bagaje cultural, destacando en la arquitectura y escultura.
Para desarrollar su arte, utilizaron el barro y la piedra, expresando el drama humano de la guerra. La fuerza expresiva de las figuras grabadas, pocas veces ha sido lograda en el arte prehispánico americano.
El complejo de Sechín
Este sitio arqueológico, construido desde la base con enormes piedras, algunas con un peso de más de diez toneladas, tuvo una función político-religiosa. Cuenta con un edificio principal en el cual se encuentra un recinto de adobes cónicos; y en los costados del conjunto, presenta otros dos edificios y dos plataformas.
El edificio principal es rectangular, con esquinas redondeadas y con un muro perimétrico de estelas grabadas con personajes de dos clases: guerreros – sacerdotes (con un arma o cetro) y víctimas descuartizadas o sus despojos.
En el recinto interior, la decoración principal muestra dos peces mitológicos realizados mediante líneas labradas en la pared de barro húmedo; también hay una figura secundaria, que representa a un hombre ensangrentado. Estos motivos relacionan el mar, las lluvias y los sacrificios humanos.
Sobre las figuras que se encuentran en los muros que rodean este complejo, existen diversas versiones. Para Tello, las imágenes representan las victorias en batallas conseguidas en aquel lugar; mientras que, para el arqueólogo e historiador peruano, Federico Kauffmann Doig, se trataría de escenas de sacrificios humanos como parte de un culto que buscaba asegurar el sustento de la población y contrarrestar las hambrunas causadas por sequías u otros embates de la naturaleza.
Otros hallazgos
Años después del hallazgo de Sechín, se descubrieron los complejos arqueológicos Sechín Alto y Sechín Bajo. El primero abarca de 300 a 400 hectáreas y es considerado el más importante de América Prehispánica, esto debido a su planificación y arquitectura ciclópea monumental, que pertenece al Período Formativo Temprano.
Respecto al complejo de Sechín Bajo, fue excavado desde la década de 1990 y en su estrato más profundo se descubrió, en 2008, los restos de una plaza circular construida con piedra y barro. Se estableció que pertenece al período Arcaico Tardío, con una antigüedad de 3,500 a.C.
Fuentes: Andina/ enperu.org