Renata Flores: el rap que nació en los Andes y hoy sorprende al mundo
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Su nombre comenzó a sonar en la escena musical local hace cuatro años; cuando los videos de una adolescente peruana que interpretaba en quechua –lengua de sus ancestros– los éxitos de grandes íconos del pop, como Michael Jackson, comenzaron a circular con fuerza en las redes sociales.
Hoy, a sus 19 años, Renata Flores Rivera ya no es más la chica de los covers. Su contenido propio, potente, trasgresor y con una fuerte dosis de identidad, ha traspasado las fronteras de su natal Ayacucho y la ha convertido, para los ojos del mundo, en la nueva reina del rap en quechua, título que hace poco le concedió el prestigioso medio estadounidense The New York Times. No hay quien la detenga.
Artista desde el ADN
Renata se crió en Huamanga, cuna de artistas, en el interior de una familia entregada por completo al arte. Sus padres poseen una escuela de música, lugar donde la cantante experimentó sus primeras conexiones con los instrumentos musicales y que hoy se ha convertido en el estudio de grabación de su primer disco.
El amor por sus raíces y la curiosidad que despertaba en ella oír –y querer entender– lo que sus abuelas quechuahablantes de nacimiento decían, la llevaron a pedirle a sus padres que le enseñaran a hablarlo. Durante este proceso de aprendizaje se dio cuenta de que cada vez es más reducido el número de personas que hablan el idioma de los Andes de manera formal.
Proceso creativo
La idea de rescatar su cultura no salió de su cabeza. A tal punto se involucró con el tema que terminó convirtiéndolo en el eje principal de su carrera artística. Con papel, lápiz y la ayuda interpretativa de sus abuelas, Renata comenzó a componer temas que, al igual que su propósito, se alejan de lo comercial, y toman como inspiración conflictos sociales como los estragos que dejó la época de violencia en el Perú, el empoderamiento femenino y las dificultades que tienen las niñas de la sierra para concretar sus estudios; de este último nace su aclamado tema musical Qam hina.
Inicialmente probó acompañando la letra con melodías de pop. Pero se dio cuenta de que el contenido de su mensaje necesitaba un ritmo mucho más fuerte. “El rap es un género agresivo musicalmente, siento que con él puedo hablar de temas sociales y expresarlos como una forma de protesta”, cuenta la cantante.
El objetivo que persigue Renata es llegar a todas las masas, pero aún más a sus contemporáneos, pues es consciente de que en ellos está la labor de continuar con el quechua en el futuro. Fue también esa una de las razones que la llevaron a incluir ritmos contemporáneos entre sus composiciones. “A donde tenía que llegar era más a ellos. Están recordando que el quechua es importante”, comenta.
La joven artista aprovecha también sus redes sociales para acercarse a los más jóvenes. Consciente de su rol, usa su influencia de manera responsable y, a través de sus plataformas, comparte pequeñas lecciones de lo que aprende en sus clases de quechua con sus seguidores.
Durante este periodo de aislamiento social obligatorio –a causa del COVID-19–, Renata aprovecha el tiempo para difundir su iniciativa Aprendiendo Quechua. “Son videos que lancé en Youtube con covers de artistas populares, el último que hice es de Billie Eilish”, comenta. De este modo, busca que los más jóvenes comiencen a familiarizarse con el quechua a través de sus canciones favoritas.
Inspiración en marcha
A pesar de las adversidades, Renata Flores no se amilana. Desde su casa, en un ambiente adaptado especialmente para su proceso creativo, aprovecha para trabajar arduamente en nuevas canciones para su primer álbum, que consiguió financiar luego de convertirse en la ganadora de un incentivo artístico otorgado por el Ministerio de Cultura.
“Isgun -que significa ‘nueve’, en español- es el nombre del álbum que estamos preparando desde el año pasado. Van a estar las canciones colgadas en Youtube y se incluirán cinco temas nuevos inspirados en la mujer andina a través de los años”, explica.
Renata tiene en cola la culminación del videoclip de su álbum y algunas presentaciones que ha tenido que dejar en stand by por la emergencia sanitaria. Sin embargo, eso no la desmotiva. Al contrario, toma estos días como una oportunidad para inspirarse y planear alternativas que la ayuden a seguir destacando en estos nuevos tiempos que se avecinan.