Líneas de Nasca: ¿Cuáles son sus lugares turísticos relacionados que debes visitar?

Nasca es un viaje al pasado que invita a reflexionar sobre el ingenio y la espiritualidad de las culturas precolombinas.

El desierto peruano guarda secretos milenarios que fascinan a arqueólogos, historiadores y viajeros de todo el mundo. Las líneas y geoglifos de Nasca y Palpa, declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994, son un enigma que conecta a sus visitantes con el pasado.

Estos geoglifos, junto a lugares turísticos que detallaremos a continuación, ofrecen una experiencia cultural y visual inolvidable.

Las Líneas de Nasca: arte y enigma en el desiert

Los científicos creen que la mayoría de las líneas han sido trazadas por los pueblos Nasca, entre los años 1 d. C. y 700 d. C. Así, estos conforman un conjunto de enormes figuras geométricas, animales y humanas que abarcan más de 50 kilómetros cuadrados. Entre las más reconocidas están el mono, el colibrí y la araña y su tamaño y perfección generan preguntas sobre cómo fueron creadas.

Fuente: Janine Costa / PROMPERÚ

Vuelos en helicóptero: una vista increíble

Los vuelos en helicóptero sobre las líneas de Nasca ofrecen una perspectiva sin igual, ya que este vehículo permite una visión más clara de los geoglifos, especialmente para los amantes de la fotografía. Así, desde las alturas se puede apreciar hasta 22 figuras, la magnitud de las mismas y la gran conexión que tienen con el paisaje que las rodea.

Fuente: Marco Garro / PROMPERÚ

El planetario María Reiche: profundizando en el misterio

Ubicado dentro del Hotel Nazca Lines, en la ciudad homónima, el Planetario María Reiche es un homenaje a la arqueóloga alemana que dedicó su vida al estudio de las líneas. Este espacio combina tecnología y conocimiento para explicar las posibles funciones astronómicas de los geoglifos. En las noches, de 6 p. m. a 9 p. m., el planetario organiza observaciones estelares donde se pueden apreciar constelaciones, estrellas y planetas.

La visita al planetario es idónea para quienes buscan el contexto respectivo, antes de explorar las líneas o para aquellos que desean profundizar en las teorías científicas y culturales detrás de ellas.

Fuente: Favio Ovalle / PROMPERÚ

La Casa Museo María Reiche

Ubicado en el distrito de El Ingenio, este es un espacio dedicado a la memoria de la científica alemana que dedicó su vida al estudio y preservación de las líneas de Nasca. Al ser la casa donde vivió María Reiche, conserva objetos personales, instrumentos de trabajo, mapas y documentos que relatan su incansable labor en vida.

Además de albergar su legado, la Casa Museo ofrece una visión íntima de la vida cotidiana de María Reiche, permitiendo a los visitantes conocer más sobre esta pionera. Aquí descansan sus restos y los de su hermana Renata.

Centro Ceremonial de Cahuachi: el corazón espiritual

A solo 30 minutos de la ciudad de Nasca, se encuentra la ciudadela sagrada de barro más grande del mundo: Cahuachi, un centro ceremonial compuesto por pirámides de adobe que fue un importante punto de reunión espiritual. Según los arqueólogos, aquí se realizaban ceremonias y rituales en honor a las deidades relacionadas con la fertilidad y el agua.

En tanto, muy cerca de Cahuachi se encuentra la Estaquería, lugar donde se conserva una serie de troncos que, colocados sobre plataformas de adobe, sirvió como observatorio solar. Con su atmósfera sagrada, este centro complementa la experiencia de entender el mundo espiritual de los antiguos Nasca.

Fuente: MINCETUR

Los paredones: vestigios del pasado Inka

A cinco minutos de la ciudad de Nasca, se ubican los Paredones. Estos son un conjunto de estructuras de adobe que se atribuyen al período Inka. Aunque su función sigue siendo un misterio, se cree que pudieron ser un centro administrativo Inka, ya que su ubicación estratégica proporciona vistas panorámicas, lo que refuerza la teoría de su uso como punto de vigilancia.

De esta manera, la visita a los paredones permite explorar la posible continuidad cultural entre la cultura Nasca y los Inkas.

Fuente: MINCETUR

La necrópolis de Chauchilla: entre la vida y la muerte

A unos 45 minutos de Nasca se encuentra Chauchilla, un cementerio precolombino compuesto de 13 tumbas que fueron halladas intactas, donde también fueron descubiertos cerámicas y textiles.

En Chauchilla no solo se encuentra esta necrópolis, junto al río también se existen más cementerios de este tipo con tumbas, donde están los restos de las momias de algunas de las personas que vivieron en el pasado de Perú.

Nasca ofrece un conjunto fascinante de experiencias que combinan historia, cultura y naturaleza. Desde el misterio de las líneas hasta la espiritualidad de Cahuachi, cada lugar tiene su propia historia que contar. Planificar un itinerario que incluya vuelos en helicóptero, visitas al Planetario María Reiche y recorridos por Chauchilla y los paredones garantizará una inmersión total en esta rica herencia.