¿Por qué los textiles peruanos conquistan el mundo?
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Una de nuestras riquezas más antiguas se encuentra en uno de nuestros cultivos y al menos cuatro de nuestros animales. Conoce aquí por qué somos, y continuamos siendo, una potencia textil en el mundo.
La industria de vestimenta y decoración de Perú es la tercera actividad con mayor contribución en el PBI manufacturero (6,4% de participación en 2019), superada solo por las industrias de refinación de petróleo y productos no metálicos.
¿Qué hace tan valiosos a los textiles peruanos? Una parte de la respuesta radica en la calidad de nuestras fibras. La más reciente, introducida a nuestro territorio en 1918, es el Algodón Pima, el más fino del mundo. Esto se debe a su extraordinaria longitud y la suavidad de sus fibras. El Pima se cosecha de forma artesanal, el cual es un factor que influye mucho en su pureza y su valor.
El sector textil generó 398 mil puestos de trabajo directos (26% de la PEA manufacturera) al año 2019. Para marzo de 2021, las exportaciones del sector textil y confecciones sumaban US$ 338,897,000 dólares.
Nuestra industria textil es el resultado de los saberes acumulados durante milenios y cuya materia prima principal, el algodón, existía mucho antes incluso que la domesticación de animales. De acuerdo con especialistas del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, los primeros registros de tejidos confeccionados en nuestro país se encuentran en el valle del río Virú, La Libertad. Se trataba de telares manuales de algodón confeccionados hace unos 6.000 años.
Hoy en día, hablamos de una industria que hacia 2019 generaba empleo a más de 400 mil personas y que camina hacia la sostenibilidad. El año pasado, nuestro país impulsó la primera edición virtual del evento Perú Moda y Perú Moda Deco 2020, que además de una exitosa rueda de negocios, puso en vitrina a más de 300 empresas del rubro textil. Su objetivo: buscar los mercados más exclusivos del exterior.
Nuestras fibras de oro
¿Sabías que la fibra de vicuña es la más fina del planeta? Con la domesticación de los camélidos andinos, hace unos 4.000 años, empezamos a tener la enorme variedad de textiles que hacen del Perú un país especial. Las fibras de vicuña, por ejemplo, se cotizan en los mercados internacionales a precios que oscilan entre los 300 y 450 euros por kilo.
Tomando en cuenta que cada cabeza produce entre 135 y 185 gramos de fibra cada tres años, este animal no solo es parte de nuestra bandera, también es el más preciado por su lana, que mide apenas 10 micrones de diámetro. Para hacer la comparación, el cabello humano mide entre 75 y 100 micrones. Esta fibra tan fina, sin embargo, es capaz de generar una enorme cantidad de calor, a la vez que tiene un peso mínimo.
Algo similar ocurre con la fibra de Alpaca, la relación entre capacidad de abrigo y peso es ideal para los públicos más exigentes a nivel mundial.
¡Pero existen otras ventajas comparativas en el Perú! Gracias a una combinación entre un compromiso de las más de 1200 empresas peruanas de confección, así como nuevas tendencias en los mercados, nuestro país se encuentra a la vanguardia de la moda sostenible, que se basa en la utilización de fibras naturales -de las que tenemos abundancia- para crear prendas de manera mucho más amigable con el medio ambiente, además de asegurar el empleo a trabajadores bajo condiciones dignas y sueldos justos.
Continuemos apoyando a la industria textil peruana, un sector que genera más de S/ 1700 millones anuales y que, estamos seguros, nos llevará a convertirnos en la industria textil más sostenible del mundo, generando no solo riqueza real en el país, sino un futuro con energía limpia, una huella hídrica mínima, una industria carbono neutral, con una producción limpia y, sobre todo, trabajo digno para las más de 84 manos que tocan cada prenda producida en el Perú.
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