5 criterios de sostenibilidad en las empresas exportadoras
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La sostenibilidad puede ser un factor clave de éxito y diferenciación en el competitivo mercado global de hoy en día.
La responsabilidad social empresarial (RSE) ha dejado de ser una opción para convertirse en una obligación y una necesidad estratégica para las empresas. Desde enero de 2024, la Comisión Europea exige que las empresas con más de 500 empleados reporten su sostenibilidad y desempeño social.
Según el Director General de CENTRUM PUCP Business School, Percy Marquina Feldman, las empresas deben asumir un rol activo en la solución de problemas sociales, económicos y ambientales, ya que sus acciones impactan en su reputación, sostenibilidad y relación con los stakeholders. La RSE no sólo es éticamente correcta, sino que también genera beneficios a largo plazo. Los consumidores, especialmente las nuevas generaciones, prefieren marcas alineadas con valores sociales.
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La sostenibilidad es un aspecto crucial para las empresas exportadoras, ya que no solo ayuda a proteger el medio ambiente y generar oportunidades de desarrollo, sino que también mejora la competitividad y potencia la reputación en el mercado global de hoy en día. Esta forma de desarrollo beneficia a la sociedad, reduce el impacto ambiental, y también puede convertirse en un factor de éxito y diferenciación.
NÚMEROS EN VERDE
Para garantizar la sostenibilidad, las empresas exportadoras se pueden enfocar en implementar prácticas de negocio sostenibles, lo que implica considerar el impacto social y ambiental de sus operaciones.
Así, implementar los siguientes criterios pueden ayudar a las empresas exportadoras a mejorar su desempeño sostenible, así como cumplir con las expectativas de los consumidores y abrir nuevas oportunidades en el mercado de hoy.
Responsabilidad social corporativa: En este punto es crucial promover la igualdad y la diversidad en todos sus grupos de interés. Por ello, las empresas deben cumplir con políticas que garanticen la seguridad y salud de sus trabajadores en todo sentido y que generen oportunidades para los proveedores o comunidades de alcance.
Invertir en la investigación y el desarrollo de tecnologías sostenibles que mejoren la eficiencia y reduzcan el impacto ambiental, así como fomentar la innovación en productos y procesos que contribuyan a la sostenibilidad es una práctica vital.
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Adecuada gestión ambiental: En este punto se deben implementar prácticas que minimicen las emisiones de carbono y otros contaminantes parecidos. También se debe utilizar tecnologías limpias y procesos eficientes para reducir el desperdicio y la contaminación. Esto puede incluir medidas como la reducción de desechos, el uso adecuado de los recursos y la implementación de prácticas laborales justas.
Compromiso con la comunidad: La participación en iniciativas comunitarias es vital, así como el apoyo a proyectos locales que contribuyan al bienestar social. Establecer alianzas con organizaciones sin fines de lucro podría ser una iniciativa más que interesante en este punto.
Además, puede ser beneficioso para las empresas obtener certificaciones de sostenibilidad, ya que puede mejorar su reputación y atractivo para los consumidores que son conscientes de la sostenibilidad.
Diseño sostenible: La reutilización de materiales es un componente importante dentro de una empresa exportadora, es decir, el uso de materiales reciclados y renovables en todas las etapas de producción y distribución.
En este punto es importante aclarar que una buena práctica sería evitar procesos relacionados al uso del papel, por lo que trabajar digitalmente (computadoras, smartphones) sería lo más óptimo, de cara a un futuro más sostenible para todos.
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Transparencia: Se debe asegurar el cumplimiento de todas las leyes y regulaciones, tanto locales como internacionales. Es importante poner en marcha procedimientos de ética empresarial para prevenir prácticas no honestas entre trabajadores de la empresa.
Gobierno, empresas y organizaciones de la sociedad civil deben trabajar de manera conjunta y compartir responsabilidades entre sí para lograr una sostenibilidad total en las exportaciones globales. No cabe duda que podemos construir una economía mundial más viable que beneficie a todos y al medio ambiente, partiendo desde las exportaciones.
Fuente: PROMPERÚ
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