5 deliciosas formas de disfrutar la cúrcuma peruana
Síguenos en:Google News
Conocida también como palillo, la cúrcuma es una poderosa raíz que destaca por las maravillosas bondades que ofrece al cuerpo humano.
En Perú, su cultivo prospera principalmente en los departamentos de Amazonas, Huánuco, Junín, San Martín, Cusco y Ayacucho. Una gran ventaja de este insumo es que su disponibilidad estacionaria está vigente los doce meses del año, por lo que es posible adquirirlo en cualquier momento.
Fuente de nutrientes
Entre las mayores bondades de la cúrcuma, reluce la presencia de curcumina. Esta sustancia tiene una poderosa acción antioxidante, que permite fortalecer el sistema inmunológico y, además, reparar y prevenir los daños que puede ocasionar la exposición a los radicales libres. También posee cualidades astringentes.
Asimismo, permite aliviar la inflamación del organismo y disminuye el malestar estomacal. Es recomendada para personas que sufren de gastritis, digestión lenta y falta de apetito. La cúrcuma actúa de forma positiva en el sistema nervioso, ya que produce serotonina, la cual elimina el estrés y mejora el ánimo.
La cúrcuma influye en el sistema cardiovascular, esto es posible gracias a sus bondades cardioprotectoras; reduce los triglicéridos y combate el colesterol.
Inclúyela en tu menú
El palillo es un condimento perfecto para tus comidas, y en la gastronomía peruana es muy frecuente emplearlo para la elaboración de guisos y arroces. Si buscas incluirlo en tu menú diario, te dejamos algunas recetas fáciles y suculentas que puedes poner en práctica. ¡Toma nota!
Cau Cau. En primer lugar, debes limpiar, cortar y cocinar a fuego lento el mondongo (pueden ser 500 gramos o 1 kilo, como desees). Para quitarle el olor fuerte, puedes añadirle un chorrito de leche. Mientras se coce, prepara el aderezo en otra olla: coloca un chorro de aceite, un poco de ajo molido, cebolla picada, ají amarillo, comino y cúrcuma. Una vez que tome punto, añade agua, el mondongo, zanahoria, papa cortada en cubitos y alverjitas. Salpimienta la mezcla, remueve y deja que se cocine. Sírvelo acompañado con arroz y un buen vaso de agua de cebada.
Arroz a la jardinera. Precalienta aceite en una olla y agrega 2 cucharadas de ajo molido, ½ taza de ají amarillo, 1 cucharada de palillo molido, 1 cebolla picada en cuadros diminutos, pimienta, comino y sal. Remueve todo y deja que tome punto. Después, agrega 1 taza de choclo desgranado, 1 taza de zanahoria picada y 1 taza de alverjas. Cuando hayan dorado, añade 1 litro de agua y déjalo hervir. Al notar que ya comienzan a brotar burbujas, agrega el arroz crudo. Una vez que notes que el agua se ha secado, baja el fuego y tapa la olla. El plato va perfecto con pollo frito, pollo al horno o a la olla. Acompáñalo también con zarza criolla.
Ají de gallina. Cocina una pechuga de gallina (también puedes usar pollo). Una vez lista, separa el fondo y desmenuza la presa. Aparte, remoja un pan (puede ser francés o de molde) en una taza de leche y crea una suerte de mezcla. Reserva. En una olla, haz el aderezo: coloca cinco cucharadas de aceite, 4 dientes de ajo picado, 1 cebolla en cubitos, la pasta de 4 ajíes amarillos (previamente licuados y desvenados), una cucharada de palillo y comino. Agrega el pan licuado, un poco del fondo hasta crear una crema algo pastosa. Vierte leche, un poco de pollo y cocina todo a fuego lento. Sirve con papa y arroz. Para darle mayor sabor, puedes añadir pecanas en trozos y queso parmesano a la mezcla.
Caldo de jengibre y cúrcuma. Es un plato perfecto para aplacar el hambre y el frío. En una olla, coloca dos gotas de aceite de oliva, 1 cucharada pequeña de cúrcuma, 1 cucharada pequeña de jengibre y 1 diente de ajo. Deja que se cocinen durante 2 minutos y después agrega el caldo vegetal. Deja la preparación cocerse a fuego bajo durante diez minutos, luego licúa y listo. A disfrutar.
Leche dorada. También conocida como cúrcuma latte, esta dulce experiencia no debe faltar a tu mesa. En un cazo, pon a calentar una taza de leche (puede ser de coco, almendras o la de tu preferencia), una cucharadita de cúrcuma en polvo, otra de canela y una pizca de pimienta negra. Remueve todo hasta que los insumos se integren perfectamente. Una vez listo, añade una cucharada de miel.
Fuentes: Hola!/ La Vanguardia/ Correo/ Wapa!/ Peru.com