Alcachofa: 5 recetas que te harán amarla
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Pequeña, pero poderosa. Así es la alcachofa, un tipo de hortaliza que debajo de un rosetón de hojas esconde una diminuta carnosidad –llamada también corazón– que sorprende por su gran contenido nutricional.
Este vegetal –conocido también por su nombre científico: Cynaras scolymus– es cultivado en las regiones de La Libertad, Áncash, Junín, Ica, Ayacucho, Cusco, Apurímac y también en Lima. Si bien es cosechado especialmente en primavera, su disponibilidad estacionaria es durante los doce meses del año.
Aporte nutricional
Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la alcachofa pertenece al grupo de vegetales con mayor relevancia en el mercado. Esto es gracias a su alto contenido de antioxidantes, sustancias encargadas de regenerar y proteger el ADN celular. De igual forma, posee vitamina K, que mejora la salud de los huesos y evita la aparición de enfermedades coronarias; y vitamina C, sustancia que refuerza el sistema inmunológico y combate el envejecimiento prematuro.
A la lista de bondades presentes en el corazón de la alcachofa están los fitoesteroles, que controlan los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre; la diuresis, responsable de eliminar la retención de líquido y toxinas; y fibra: ideal para mejorar el tránsito intestinal y prevenir afecciones estomacales.
Un dato más: cada 100 gramos de alcachofa posee 44 kilocalorías, por ello es un gran aliado para quienes desean mantener el peso correcto.
De la tierra a la mesa
Este vegetal es un ingrediente que no puede faltar en la mesa de ningún peruano. A continuación, algunas recetas prácticas y sencillas para incluirla en el menú diario.
Crema de alcachofa. Una receta ideal para los días fríos. Para ello, se requiere usar 200 gramos de alcachofa, extraer su carnosidad y luego sofreírla con un poco de aceite durante dos minutos. Posterior a ello, colocarla en agua recién hervida durante cinco minutos. Remover con un cucharón de madera, colocar sal y pimienta y listo. Puedes acompañarla con trozos pequeños de pan tostado.
En ensalada. Pelar las alcachofas hasta llegar a su hija más delgada (la primera que recubre el corazón). Luego, colocar dentro de una olla con agua y sal que, previamente, ha sido calentada hasta lograr el hervor. Se dejan cocinar durante 20 minutos y luego se pelan. Posterior a ello, se integran al bowl de ensalada. Se puede hacer un mix con las verduras de su preferencia.
Hojuelas. Corta la carnosidad de la alcachofa en finas láminas y colócalas en una sartén con aceite precalentado. Déjalas freír asegurando que se tornen crujientes pero sin perder su color original. Una vez listos los chips, se trasladan a un plato con papel absorbente. Finalmente, se añade un poco de sal.
Tortilla de alcachofa. Ideal para un desayuno nutritivo. Rebana su carnosidad en trozos pequeños y rocía chorritos de limón sobre ellos. Trasládalas a la sartén y fríelas a fuego lento con un chorrito de agua. Esto durante 15 minutos o hasta que las veas tiernas. Retíralas y sepáralas en un recipiente. En otro bowl bate los huevos, colócales sal, y una pizca de polvo de hornear. Separa. Vuelve a integrar las alcachofas a una sartén, dóralas con un poquito de aceite y luego agrega los huevos batidos. Deja cuajar la mezcla y listo.
Puré. Un acompañante perfecto para comer con carne de res o ave. Coloca los corazones de la alcachofa en una cacerola con ajos previamente salteados. Cocínalas a fuego lento rociando chorritos de agua para que no se peguen. Una vez listas, coloca sal y pimienta y cuatro tazas de caldo vegetal para que esta se ablande. Tritúralas y sírvelas.
¿Sabías que?
- Perú es el segundo exportador mundial de alcachofa procesada. En el mercado norteamericano, ocupamos el primer lugar.
Fuentes: La Vanguardia/ El Comercio/ Sevilla ABC/ Revista Sentir/Ok Diario/ Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU.
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