Puente Inca Q’eswachaka será puerta de entrada de pabellón peruano en la Expo 2020 Dubái
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Visitantes de todas partes del mundo a la Expo 2020 Dubái vivirán la experiencia de cruzar el último puente inca. La construcción ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
A lo largo de los seis meses que durará la Expo 2020 Dubái, miles de visitantes accederán al pabellón peruano a través de una reproducción del puente Q’eswachaka, el último puente Inca.
El pabellón peruano, conocido como ‘Perú eterno’ o Perú atemporal’, está lleno de significados simbólicos, uno de ellos es el puente Inca, que representa una perfecta metáfora sobre tender puentes como la mejor manera de inmortalizar los lazos que nos unen al pasado para conectarnos con el mañana.
El paso por el puente Q’eswachaka fue reconocido en el año 2013 la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por su ritual y técnicas de conservación inca que permanecen vivas hasta nuestros días. Su construcción data de hace más de 600 años, y ha sobrevivido hasta nuestros días gracias a la herencia cultural que ha pasado por muchas generaciones de las comunidades locales.
Así, el puente Inca será el punto de ingreso al pabellón Perú de la Expo 2002 Dubái, donde se pondrá la biodiversidad, destinos turísticos, productos de oferta exportable, y la gran gastronomía del Perú.
HERENCIA MILENARIA
Conocido como el último puente colgante Inca, Q’eswachaka se ubica sobre el río Apurímac, en la región Cusco, a 3.700 m.s.n.m. en el distrito de Quehue. Anualmente, durante la segunda quincena de junio, los pobladores de las comunidades quechuas de Huinchiri, Chaupibanda, Choccayhua y Ccollana Quehue se reúnen para renovarlo.
El trabajo lo realizan a través de la minka incaica o trabajo comunitario, donde cada poblador lleva 40 brazadas de soguillas, que una vez tejidas se transformaran en los cuatro duros o base del puente, y dos pasamanos, los cuales atraviesan el río antes de dejar caer el puente antiguo.
El ritual de renovación inicia con un pago a la tierra donde se realiza una ofrenda a los apus, agradeciendo por lo que el viejo puente les trajo y pidiendo por las buenas nuevas para el año que inicia. Después de ello, se inicia el tejido del nuevo puente.
La renovación termina en una fiesta en que celebra la unidad entre las comunidades y estrecha los vínculos entre ellas. Estas celebraciones incluyen danzas típicas y la preparación de platos regionales.
El puente Inca Q’eswachaka es uno de los principales atractivos de la región Cusco, hasta donde llegan miles de visitantes desde diversas partes del mundo para vivir la experiencia de cruzarlo y conectar con esta maravillosa tradición.
Gracias a la participación del Perú en la Expo 2020 Dubái, el mundo podrá conocer más de nuestro milenario patrimonio.