Mujeres de Madre de Dios: Líderes en sostenibilidad y orgullo nacional

Mujeres nativas de Madre de Dios impulsan negocios sostenibles, combinando emprendimiento y cuidado ambiental.

En el corazón de la Amazonía peruana, 37 mujeres de comunidades nativas de Madre de Dios están abriendo un camino hacia un futuro empresarial prometedor, mostrando al país y al mundo la fuerza de sus raíces y su compromiso con el medio ambiente. Estas emprendedoras, provenientes de comunidades como Tres Islas, Infierno y Shintuya, participaron en un taller transformador en el que no solo aprendieron sobre gestión empresarial y exportadora, sino también sobre la importancia de la responsabilidad social y ambiental en sus negocios.

Fuente: PROMPERÚ

Formadas para crecer y cuidar

El taller no fue solo una capacitación técnica, sino un espacio donde se sembraron las semillas de un comercio sostenible y justo. Con el respaldo de PROMPERÚ y organizaciones como ACCA y Cáritas Madre de Dios, estas mujeres adquirieron herramientas para fortalecer sus emprendimientos en sectores como la castaña, el cacao y las artesanías, pilares de sus culturas y del comercio amazónico. Además, el énfasis en prácticas responsables reafirma su papel como guardianas de uno de los ecosistemas más ricos del mundo.

Al integrar criterios sociales y ambientales en sus proyectos, se convierten en un ejemplo de cómo las comunidades nativas pueden liderar iniciativas sostenibles, aportando al comercio global sin comprometer la riqueza natural y cultural de su entorno.

Fuente: PROMPERÚ

Un orgullo para Perú

La historia de estas mujeres resalta el talento, la resiliencia y el compromiso que existe en las comunidades nativas de Madre de Dios. Su esfuerzo no solo fortalece sus oportunidades comerciales, sino que también inspira al país a valorar y apoyar el potencial de sus emprendedores locales. Ellas representan un modelo de desarrollo sostenible que enriquece a sus comunidades, preserva el patrimonio natural y proyecta al Perú como un referente en prácticas responsables.

Con cada paso que dan, estas mujeres demuestran que el desarrollo empresarial puede ir de la mano con la conservación ambiental y la equidad, marcando un camino de orgullo para el país y para las futuras generaciones.