Las fantásticas danzas cusqueñas y sus raíces incaicas
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La energía que se percibe al llegar a Cusco –llamada también la capital del Imperio Incaico– es casi imposible de explicar. Caminar por sus atractivos turísticos como Machu Picchu –maravilla del mundo moderno–, Sacsayhuamán o Coricancha; y también por cada rincón de la ciudad –cuyas calles se configuran entre arquitectura lítica, colonial y moderna– traslada a los visitantes a ese pasado milenario que compromete los primeros visos de la historia del Perú.
Son también sus costumbres y tradiciones las encargadas de contar y trasladar hacia el presente –de generación en generación– gran parte de los hechos que marcaron el pasado. Las danzas típicas son un claro y vivo ejemplo; y Cusco posee un abanico de coloridos, majestuosos y nostálgicos bailes que representan desde rituales ceremoniales de los Incas hasta celebraciones religiosas o populares asentadas durante la época de la conquista. Aquí una breve lista de estas danzas.
Qhapaq qolla. Su coreografía representa las actividades comerciales durante la época del Imperio Incaico. Principalmente, a los comerciantes del Altiplano andino que se dirigían hacía Cusco para realizar truques de productos que posteriormente eran llevados a Potosí. Los danzantes, que interpretan al alcalde, la imilla (mujer joven), la pareja del alcalde y las collas, ejecutan la danza portando una máscara blanca tejida y una montera rectangular decorada con lentejuelas. Las mujeres lucen sus elegantes polleras y trajes. El Qhapaq qolla se baila durante la fiesta de la Mamacha Carmen, en Paucartambo, y durante la celebración del Qoyllurit'i.
Danza de los negritos. Es también conocida como la Cofradía de los Negritos o Negrillo. Este baile representa a los esclavos afrodescendientes que fueron llevados a la sierra por los españoles durante la época de la conquista. Es fácil de distinguirlo entre las otras danzas folclóricas, ya que los bailarines portan una gran máscara oscura hecha de yeso y un llamativo sombrero decorado con coloridas plumas, grecas y lentejuelas. Es típico de la fiesta de carnavales o para Navidad.
Carnaval de Canas. Tal como su nombre lo dice, es propia de la provincia de Canas y se lleva a cabo durante el mes de enero, precisamente para finalizar la época de carnavales. La coreografía representa el chiraje, denominación que se le da al duelo entre dos comunidades por obtener el prestigio. Por ello, los bailarines acompañan la danza con látigos y una serie de mofas en quechua y aimara.
Carnaval de Amphay. Pertenece a la comunidad de Amphay, en Pisaq. Su coreografía tiene un sentido romántico y celebra la conquista del ser amado. Este baile, que se ejecuta en pareja, expresa el proceso de cortejo de los comuneros: el recojo de las T'ikas (flores andinas), para luego dar pie al festejo y a la tan esperada demostración de amor, llamada “sirvinakuy” por los habitantes de la zona.
Sara pillu. Danza que proviene de Laq’o, comunidad situada en la provincia de Marcapata, en Quispicanchi. Es bailada como parte de agradecimiento a la lluvia y la Pachamama (madre tierra) por la próspera producción del maíz o saraspillu, como conocen ellos a la flor del maíz. El baile consiste, en parte, en una pelea entre los hombres del pueblo, quienes, a modo de ofrenda, se enfrentan unos a otros con warakas (también llamadas ondas).
Ukuku. Baile realizado por una sola persona que acompaña diversas comparsas. Según las creencias, el Ukuku representa la simbiosis entre el hombre y el animal, ya que su vestimenta está hecha de piel y porta una máscara que hace oda a la fauna de los Andes. Este personaje, llamado Pablucha en algunas comunidades, se encarga de hacer respetar las tradiciones en las festividades patronales y también en las fiestas andinas religiosas. Principalmente en Quispicanchi y Paucartambo. Es posible observar a esta criatura mítica representada en celebraciones como la peregrinación del Quyllurit'i.
Fuentes: About Español/ En Perú /Perú Rail