Vichama: lo que revelan los nuevos hallazgos sobre las dificultades climáticas en el antiguo Perú
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En Vichama, zona arqueológica perteneciente a la civilización Caral, ubicada en la provincia limeña de Huaura, se han realizado nuevos descubrimientos que revelarían las dificultades climatológicas que vivieron los antiguos pobladores.
Se trata de relieves escultóricos, una figura de un sapo humanizado con los brazos extendidos y una cabeza antropomorfa que tiene los ojos cerrados, con una antigüedad de 3,800 años. De acuerdo a Ruth Shady Solís, arqueóloga y directora de la Zona Arqueológica Caral (ZAC), estas figuras representarían “el regreso del agua”, tras una época de sequía.
Significado
La arqueóloga explicó que, en la cosmovisión andina, el sapo está relacionado con las lluvias y el agua del río, vitales para la agricultura; mientras que la cabeza antropomorfa humana, representaría a la persona que esperaba el agua para seguir con su vida.
Shady Solís agregó que estos relieves, encontrados en la antesala que llevaba a un Salón Ceremonial del edificio de los Depósitos, se realizaron como un recordatorio a la población sobre las dificultades enfrentadas por el cambio climático y la escasez de agua y alimentos.
Conociendo Vichama
Vichama fue una ciudad agropesquera que surgió hace aproximadamente 3,800 años, en la última etapa de Caral. Ubicada cerca al río Huaura, tuvo en la pesca y la agricultura sus principales actividades económicas. De acuerdo a Tatiana Abad, arqueóloga de la zona Vichama del ZAC, por la evidencia encontrada se cree que vivían en equidad de género; las mujeres habrían ocupado altos cargos al igual que los hombres.
El centro urbano de Vichama se edificó sobre una terraza y laderas del cerro Halconcillo, a un kilómetro y medio del litoral. El asentamiento arqueológico tiene una extensión de 25 hectáreas, se construyeron 22 conjuntos arquitectónicos, con edificios públicos, plazas de reunión y sectores domésticos.
Otros hallazgos
Desde el 2007 se han realizado importantes descubrimientos que explican los estragos por los que atravesaron pobladores de la zona a consecuencia del clima. Se hallaron murales con representaciones de cuerpos famélicos, con el estómago vacío, lo que simbolizaría épocas de sequía. Arqueólogos peruanos junto con expertos del cambio climático de la Universidad de Florida, trabajaron para entender las condiciones climáticas de la época.
“Hemos llegado a conclusión de que el cambio climático que se dio hacia el año 1950 a.C. afectó mucho a las sociedades de entonces, incluido Caral. Conocimos también que, en ese mismo período, los cambios extremos de clima obligaron a las poblaciones de Egipto y el norte de Mesopotamia a abandonar sus centros poblados”, explicó Ruth Shady.
Otro descubrimiento importante fue en 2018. Se trató de un relieve escultórico de cuatro cabezas humanas con los ojos cerrados y dos serpientes que se desplazan entre ellas hacia una quinta cabeza, la cual representaría una semilla agrícola con la boca abierta esperando la llegada del agua.
La más antigua de América
Caral, con más de 5 mil años de existencia, es considerada la civilización más antigua de América. Construida estratégicamente sobre una terraza que la protegía de posibles desastres naturales, esta ciudad se desarrolló a la par de culturas como Mesopotamia, India, Egipto y China.
Sus habitantes se dedicaban a la pesca y agricultura. Desarrollaron técnicas bastantes innovadoras para la época como lo fueron los canales de irrigación para la producción agrícola; elaboración de vestidos y utensilios; así como la planeación de calendarios climáticos. Además, construyeron armas por lo que se cree que contaban con un ejército por si tenían que pelear.
En 2009, la ciudad Sagrada de Caral fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad del Perú, debido a su valor universal y sorprendente arquitectura, en la que destacan seis pirámides, edificaciones construidas con piedras y maderas de árboles muertos; y sus enigmáticas plazas circulares.
Fuentes: El Comercio/ Gestión