¿Qué encontraron investigadoras peruanas en la Antártida?
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Por 99 días, tres investigadoras de la Universidad Católica Santa María (UCSM) de Arequipa, estuvieron en el continente blanco a bordo del Buque Oceanográfico Polar de la Armada Peruana (BAP) Carrasco. El objetivo: obtener muestras para medir los niveles de microplásticos que existen en las aguas superficiales y a diferentes profundidades.
La expedición forma parte del proyecto “Caracterización de microplásticos en recursos hidrobiológicos de la Antártida y ensayos de biodegradación por consorcios nativos” presentado por Joshelyn Paredes Zavala, Alexandra Sánchez Moreno Castillo y Karen Ordoñez Rivera, tesistas de las carreras de Ingeniería Ambiental y Biotecnológica de la UCSM.
A su regreso y tras los estudios realizados a las muestras, las profesionales confirmaron la presencia de restos de plásticos que miden 5 milímetros y que ponen en peligro a las especies marinas que habitan en la Antártida.
“Se han hecho varios estudios y se puede afirmar que una aproximado del 15 % de la Antártida cuenta con este material, mientras que un 70 % se encontraría en el fondo marino afectando el ecosistema de la zona”; sostuvo Paredes Zavala, investigadora principal que añadió que parte de la investigación es determinar si la contaminación proviene de otros mares o de los residuos desechados por los buques y bases de investigación instalados en este lugar.
Microplásticos mortales
Según un artículo científico de la revista Environmental Science and Pollution Research, se ha comprobado que los microplásticos producen cáncer, además de generar disfunciones en hígado, corazón y páncreas si su consumo es excesivo.
Pero, ¿cómo es posible que los humanos consumamos micróplásticos?, el docente de la Universidad Católica San Pablo, Javier Montalvo Andia, viene investigando este elemento desde hace muchos años y asegura que los microplásticos están en todos lados, “respiramos y comemos plástico. Ahora es necesario investigar qué tipos puede haber en el agua o los pescados y sus consecuencias”, sostiene el también investigador.
Montalvo explica que los microplásticos que consumen los peces se mantienen en su sistema digestivo para luego descomponerse en nanoplásticos que afectan el músculo de estos animales. Es así, que al final terminamos consumiendo plástico de manera directa. “La contaminación de los mares de hace 400 años ha comenzado a mostrar sus consecuencias”, enfatiza. No se ha descartado la posibilidad de encontrar partículas de este elemento en frutas o verduras regadas con agua de ríos, convertidos en vertederos de las ciudades.
Estrategia de eliminación
Paredes Zavala indicó que este proyecto no solo busca investigar los niveles de contaminación de la Antártida con microplásticos, sino que también aislar microrganismos nativos de este ecosistema que tienen condiciones especiales como temperaturas extremas y salinidad particulares que podrían ayudar a eliminar este elemento contaminante.
“En la etapa de laboratorio esperamos encontrar en los microorganismos nativos una importante capacidad biodegradadora, es decir, que puedan descomponer las microfibras contaminantes", manifestó la arequipeña.
Zavala señaló que han traído otras muestras de la Antártida como del volcán submarino Monte Orca y de la Isla Rey Jorge, las cuales tienen grandes temperaturas y tienes la capacidad de descomponer el plástico. De acuerdo a las investigadoras, se tendrán resultados para este año.
¿Sabías que?
- La investigación se logró gracias a una alianza estratégica entre la Universidad Católica Santa María y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
- El Buque Oceanográfico Polar de la Armada Peruana (BAP) Carrasco, fue construido en España y tuvo un costo de 80 millones de euros.
- La universidad junto a las investigadoras prepara una segunda expedición con la finalidad de salvar y conservar la Antártida.
Fuentes: Andina/ El Comercio/ La República/ Diario Correo