¡De otro planeta!: descubre los alucinantes paisajes del Valle de los Géiseres
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Los géiseres son fuentes termales nacidas en zonas volcánicas que arrojan enormes chorros hirviendo. Esta materia líquida proviene del interior de la tierra en donde el agua del subsuelo se mezcla con las piedras calentadas por el magma. Observarlos es un espectáculo del que no se puede gozar en todos lados. De acuerdo a la Fundación Aquae, solo existen mil en todo el mundo. La madre naturaleza quiso que 85 de ellos se encuentren en la ciudad de Tacna, al sur del Perú.
El Valle de los Géiseres es el escenario de este asombroso fenómeno. Se ubica en el distrito de Candarave, en la cuenca del río Calientes, a 4300 metros sobre el nivel del mar. Pertenece al Área de Conservación Regional Vilacorta-Maure, cuyos atractivos son promocionados por el Sistema Regional de Áreas Naturales Protegidas desde 2012, con la idea de convertirlo en un centro de turismo ecológico.
Paraje de impacto
El paisaje de este sitio natural es maravilloso. Caminando por la ruta de trocha del valle, se aprecia las fumarolas provocadas por los géiseres que tienen temperaturas entre 37 y 80 grados. A modo de piletas, las fuentes expulsan el agua por intervalos de tiempo.
Algunas de los géiseres adoptaron nombres curiosos debido a sus características. Ese es el caso de la Olla del Diablo, que es una de las más grandes del valle y, además, despide la materia líquida acompañada de vapor.
El Ojo del Ángel llama la atención de los visitantes a razón del tinte naranja de su borde y del centro turquesa. En esa misma temática de los colores tenemos la Laguna Azul. Este géiser, que también es de grandes dimensiones, cuenta con particularidades especiales además de su tonalidad. Arroja los chorros más ardientes y está cubierta por una capa nubosa.
La flora se encarga de embellecer más el lugar. Se puede encontrar la yareta y la tola, dos especies vegetales que únicamente se desarrollan en la altura. También las zonas geológicas son atractivas. Existe una formación rocosa con apariencia de cabeza de elefante. De lejos, da la sensación de que el animal toma agua de las fuentes con la trompa.
Aguas curativas y actividades
El Valle de los Géiseres tiene miradores donde los turistas pueden tomarse fotos, con el fondo de los andes. Sin embargo, no es la única actividad que se puede realizar en el lugar. Para el público están disponibles dos fuentes con temperaturas entre 37 y 40 grados, a los que se le atribuyen propiedades curativas para aquellas personas que sufren de artritis y reumatismo. ¿La razón? El alto grado de sulfuro en el agua. Estos baños termales también son perfectos para los que solo buscan relajarse.
Eso no es todo. Los géiseres de menores dimensiones pueden servir como cocinas naturales. Es posible preparar en corto tiempo algunos alimentos, como huevo sancochado y papas. Para esa tarea es necesario utilizar un recipiente adecuado para soportar la alta temperatura de las pozas. Esta clase de comida ha sido bautizada como merienda volcánica por los pobladores.
Otros atractivos
Además del Valle de los Géiseres, el Área de Conservación Regional Vilacorta-Maure ofrece más alternativas para los turistas. En el mismo distrito de Candavare se encuentra la Garganta del Diablo y los Géiseres de Cota, destinos que brindan a sus visitantes un espectáculo de fuentes termales. Sin embargo, para llegar a estos atractivos naturales es necesario hacerlo mediante una ruta de trekking.
El dato
El mejor momento del año para disfrutar de todo el esplendor del Valle de los Géiseres es entre abril y noviembre, pues no es temporada de lluvias.
Se recomienda realizar un proceso de aclimatación antes de acudir al Valle de los Géiseres por la altura del lugar. También llevar bloqueador solar y crema hidratante.
El ingreso a la zona es gratuito, pero se aconseja ir acompañado de un guía.
Fuentes: El Peruano/ El Comercio/ La República/ Diario Correo/ Youtube/ Fundación Aquae
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