Jesse Katayama: el turista japonés que se maravilló con Machu Picchu y la hospitalidad peruana
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La larga espera y los contratiempos no fueron impedimento para que un ciudadano japonés de nombre Jesse Katayama, quien arribó a Perú para conocer más sobre la cultura local y sus majestuosos destinos, lograra cumplir uno de sus más grandes propósitos: conocer la imponente ciudadela de Machu Picchu.
Katayama, al igual que otros turistas que habían arribado a la capital del Imperio Incaico antes de decretarse la cuarentena, fue sorprendido por las medidas impuestas por el Gobierno del Perú, a fin de mermar la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.
Ante la imposibilidad de conocer el santuario, Katayama tuvo que esperar largos meses hasta que la epidemia empezara a ceder y las medidas se flexibilizaran.
Hoy, por fin puede cantar victoria y contarle al mundo en sus redes sociales que tocó el cielo con las manos (más bien, que tocó Machu Picchu).
Devoción por el santuario
Para ser exactos, fue el 14 de marzo –fecha en la que el presidente Martín Vizcarra ordenó la inmovilización social obligatoria–, justo cuando se encontraba a pocos kilómetros de su destino, en el pueblo de Aguas Calientes, que la noticia tomó a Jesse y al resto de turistas por sorpresa.
Sin perder la calma, Jesse, de 26 años, decidió quedarse y aguardar en el poblado hasta que la situación fuera propicia para cumplir su sueño.
“Yo quería conocer Machu Picchu, pero un día antes de que lo hiciera, el santuario cerró por la pandemia del COVID-19. Me quedé con el único fin de conocer Machu Picchu y no me iré sin antes hacerlo”, declaró ni bien decretado el aislamiento.
Y así fue. En principio, la espera iba a ser tan solo de dos semanas –según lo estipulado por el Ejecutivo–. Sin embargo, aquellos 15 días se convertirían en largos siete meses.
Jesse aguardó tranquilo pues sabía que un día más, se convertía poco a poco en un día menos. Pasó con estoicismo un confinamiento en Aguas Calientes. En la medida de lo posible, sumó experiencias y trató de recopilar la mayoría de anécdotas posibles. Claro, respetando al pie de la letra las medidas dispuestas. Poco a poco, fue ganando amistades y se hizo querer entre los ciudadanos, quienes lo acogieron como en casa.
Valió la espera
Tras el notorio descenso en la curva de contagios, y con la reactivación económica en marcha, la posibilidad de volver a considerar la palabra “turismo” en la conversación del día se hizo realidad.
La noticia alentó al asiático, proveniente de la ciudad de Osaka, y no tardó en comenzar los trámites pertinentes para hacer realidad su sueño.
Enterados de su prolongada estadía y de su ímpetu por permanecer en el Cusco, las autoridades se comprometieron en ayudarlo a cumplir su propósito.
Fue entonces que, con la venia y los protocolos sanitarios cumplidos al pie de la letra, el último 10 de octubre, Jesse Katayama se convirtió en la primera persona en pisar Machu Picchu luego de que este cerrara sus puertas.
Jesse no podía contener su felicidad. Debajo de su mascarilla, era posible notar una alegría desbordante. Y así lo hizo notar en su cuenta de Instagram, como se puede ver en este enlace.
La historia del joven no tardó en dar la vuelta al mundo y diversos medios periodísticos llevaron su experiencia a las filas de sus plataformas digitales.
La instantánea que nos deja Jesse, quien retornará a su país una vez cumplido su deseo, se ha convertido en un símbolo de buen augurio para la reactivación del turismo, uno de los principales motores económicos de Perú.
Destino seguro
Tras una serie de evaluaciones, el Consejo Mundial del Viaje y Turismo (con siglas en inglés: WTTC), decidió otorgar el Sello de Viaje Seguro Safe Travels al Perú. Esto significa que pronto el país sudamericano podrá reactivar sus actividades turísticas, aplicando protocolos internacionales estandarizados y avalados por la OMT y el CDC.
“El turismo es la actividad económica que ha sufrido el mayor golpe por la pandemia del coronavirus. Por ello, para su reactivación, queremos ofrecer a los visitantes la mejor experiencia de viaje posible, con destinos y servicios turísticos de calidad y cumpliendo estrictos protocolos de bioseguridad. Tenemos el compromiso del sector público y privado. Vamos a volver, es el momento”, expresó la titular del Mincetur Rocío Barrios, quien recibió el distintivo acompañada del premier Walter Martos.
Fuentes: Andina/ CNN/ BBC/ El Peruano
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