Tarapoto: el compost sorprende como técnica de abono con residuos orgánicos
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Esta iniciativa permitió que pobladores de la zona cambien sus hábitos respecto a residuos. En esta nota tú también puedes aprender a hacer un compost casero y cuidar un poco más el medioambiente.
Cada persona suele generar casi un kilo de residuos diarios, de los cuales más de la mitad suelen ser residuos orgánicos, como alimentos o vegetales. ¡Demasiada basura! Si cambiamos nuestros hábitos, podemos cuidar el medioambiente. Una de las técnicas más efectivas es separar los residuos orgánicos de los inorgánicos. De esta manera, evitamos que esa basura que puede cumplir otros fines termine en el camión.
El compost es una técnica de solución frente a la problemática de los residuos innecesarios. Según Ricardo Eneque, egresado de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad Pedro Ruiz Gallo en Lambayeque, el compost es un conjunto de materia orgánica que se usa para el tratamiento y la fertilización de la tierra.
Esta técnica ha sido implementada en un proyecto de la Municipalidad de La Banda de Shilcayo en San Martín, a 1 km de Tarapoto. El objetivo es la prevención de desechos orgánicos excesivos a través de la realización de programas ecológicos, en los que se entrega a cada participante 1 kg de compost. Por la gran acogida, se han repartido, a la fecha, más de 300 kg de compost para el cuidado y fortalecimiento de jardines, áreas verdes y otras áreas de la biodiversidad selvática. Sumado a esto, se capacita a los participantes acerca de cómo aprovechar las riquezas de sus tierras.
¿CÓMO HACER UN COMPOST CASERO?
Para empezar, es importante escoger un espacio que sea cálido, seco y alejado de algún animal que pueda husmear. Aquí, podemos colocar el recipiente que servirá de compost. Lo más importante es crear capas verdes y marrones. Los verdes suelen ser húmedos y se refieren a cáscaras de frutas o vegetales, cáscaras de huevos, granos de café, filtrantes, hojas de hierbas, etc. Los marrones, por su parte, son hojas secas, papel, tallos, cartón, pajas, ramas. El truco es intercalar una capa verde y tres de marrones.
Así vas coleccionando los residuos orgánicos que consideres hasta obtener la cantidad deseada. Luego es importante echar agua. La cantidad precisa es la de una esponja si el compost es pequeño. Lo más importante es mezclar los nuevos residuos con las capas de abajo y repetir este proceso una vez semanalmente.
El compost toma alrededor de unos meses en estar listo para poder agregarlo a plantas o jardines. Debe tener un aspecto oscuro y olor a tierra. Esto servirá para que el lugar donde lo eches absorba los nutrientes y crezca de manera resistente.
Reducir nuestros residuos y mejorar la situación de nuestro medioambiente es posible si realizamos cambios pequeños en nuestro día a día.