Marina de Guerra fabrica el primer respirador artificial del Perú
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El talento de nuestros marinos se pone en primera línea de combate contra el COVID-19. Esta vez, ante la escasez de equipamiento médico para salvar vidas, fue nada más y nada menos que el cuerpo de la Marina de Guerra del Perú quien puso la cuota de innovación y en tiempo récord logró construir una de las herramientas más preciadas en estos tiempos: el respirador artificial Samay.
La proeza fue dada a conocer pocos días después de haberse iniciado el aislamiento social obligatorio por el presidente del Perú Martín Vizcarra, luego de señalar que, a causa de la coyuntura, los respiradores se han convertido en los instrumentos más solicitados a nivel mundial, motivo por el cual los plazos de envío desde el extranjero superan los tres meses. Y, claro está, era un plazo demasiado largo tomando en cuenta el avance de la enfermedad.
"Se trata del equipo más importante cuando un paciente con COVID-19 se agrava. Sabemos que la parte más grave de la enfermedad es la neumonía, donde se requiere de apoyo artificial para respirar. Sin esta herramienta, se puede perder la vida. Son de los equipos más solicitados a nivel mundial por esta pandemia que hoy compromete a más de 200 países", señaló el mandatario.
Consciente del avance de la pandemia y anticipándose a lo peor, la Dirección de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico de la Marina –con la venia del Ministerio de Salud– puso en marcha la creación de diez respiradores artificiales o también llamados ventiladores mecánicos para capear el temporal.
Samay, invento que salva vidas
Bastó un par de semanas para que el equipo de la Marina de Guerra del Perú presentara a Samay –cuyo nombre significa respira en quechua– el primer prototipo peruano de los cien ventiladores que se ha planteado fabricar en los próximos 30 días. Este instrumento cuenta con las mismas opciones que sus pares fabricados en el extranjero. Además, cumple con las especificaciones estimuladas en la Norma ISO 9001:2000, Norma ISO 14000:2004 y Normas MIL.
En la creación de Samay participó un equipo multidisciplinario, en el que se encuentra personal técnico calificado de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, el Servicio de Armas y Electrónica de la Marina y también el Departamento de Investigación y Desarrollo de la Dirección de Alistamiento Naval.
"Las grandes crisis son grandes oportunidades. Si no tuviéramos la urgencia de la necesidad no hubiéramos demostrado de lo que somos capaces aquí en Perú, con nuestros profesionales, la ciencia y capacidad nacional. Nosotros los tenemos ahora. Existe una serie de iniciativas de fabricación nacional y esta es la primera experiencia exitosa", agregó el mandatario peruano.
Cabe destacar que Samay, el cual ha tenido un costo de fabricación de 5 mil dólares, al igual que todos los respiradores mecánicos que existen en el mercado, posee una alta tecnología que facilita la respiración a pacientes que presentan fallas pulmonares. En este caso, toda la producción será empleada para ayudar a los peruanos que presenten complicaciones a causa del COVID-19.
Ardua labor
“Estamos trabajando en tres turnos para preparar estos equipos. Hoy entregamos una parte de los 38 equipos y en los próximos días cumplimos con todo lo que se nos encargó”, resaltó el almirante Fernando Cerdán, comandante general de la Marina de Guerra del Perú.
Por su parte, la presidenta ejecutiva de EsSalud destacó la notable labor de los involucrados en la producción de esta vital herramienta. Asimismo, destacó que se encuentran también trabajando en la reactivación de otros ventiladores artificiales que se encuentran en desuso.
“Estos ventiladores son un elemento importante para combatir la pandemia que se vive en el país; la Marina ha puesto a disposición sus conocimientos para que los ventiladores que estaban en desuso vuelvan operativos a la institución”, señaló.
Fuentes: Correo/ RPP/ Exitosa/ Andina/ La República