Vistiendo con historia: estos son los orígenes del chullo
Síguenos en:Google News
Hay de todos los tamaños y colores. El chullo refleja el imaginario e identidad de sus tejedores. Entérate más de su historia.
Su precioso diseño multicolor, sus orejeras que terminan en punta y sus adornos hechos con lana de colores que le da un toque único, han convertido al chullo (ch’ullu en quechua) en un fino accesorio. Los diseñadores más famosos lo han incluido en sus colecciones: cómo olvidar cuando el chullo peruano formó parte de la mítica colección de Otoño 2002 de Dior gracias al creativo John Galliano. Figuras como Cameron Diaz, Antonio Banderas, Zac Efron, Nicky Jam, hasta el Papa Francisco se han conmovido y maravillado con esta prenda. El chullo es, sin duda, sinónimo de identidad nacional.
Para el historiador tacneño Arturo Jiménez Borja, el chullo andino tiene su origen en el birrete español y que, gracias al mestizaje cultural, se le añadieron orejeras, borlas, y diseño autóctono. Sin embargo, el uso de tocados ya tenía un significado especial en el lenguaje visual del mundo andino. Esto se evidencia, según Rosie Barnes, de la exposición ‘El Chullo. Emblema del Perú’ en el museo de Artes y Tradiciones Populares, en “las cabezas clavas de Chavín; las cabezas trofeos de la cultura Nasca; las deformaciones craneanas y trepanaciones de los paracas y las cabezas reducidas de los shuar amazónicos, además de las representaciones en cerámica y las bordadas en los textiles”.
Según la BBC, “los Incas usaban sus tocados de manera similar al chullo para mostrar las insignias específicas de su provincia”. Pero adquiere un significado particular según la región. En la pequeña isla de Taquile (Puno), por ejemplo, el chullo desempeña un rol clave en la estructura social del lugar porque permite a los hombres mostrar desde su creatividad, sueños y aspiraciones, hasta su estado civil. También influye en la formación de parejas jóvenes: las mujeres eligen a sus compañeros según su capacidad de tejer la prenda con éxito. Su elaboración cambia a lo largo de la vida del hombre: cuando se casa, se divorcia o cambia su posición en la jerarquía de la isla. Escenario similar se ve en Ocongate (Cusco), donde los varones usan el chullo para manifestar sus intenciones de matrimonio y, mediante su iconografía, contar su experiencia y riqueza.
Cuando llegaron los españoles, trajeron también las técnicas (crochet, encaje real y el palito o agujas) con las que se empezaron a tejer los chullos. Los primeros vestigios encontrados relacionados al tejido a palitos en Perú datan de 1578, cuenta Barnes, en el pueblo colonial de Magdalena de Cao Viejo, cerca de Trujillo. "La iconografía de los chullos puede parecer simple, pero refleja la procedencia, anhelos y deseos de su creador. Los pallays (complejos diseños) son miniaturas de su mundo y una manera de relacionarse con sus creencias”.
Su tejido a palitos lo ha hecho una práctica cotidiana en los Andes, especialmente en las punas de Huancavelica, Ayacucho, Puno y Cusco. Su diseño refleja el imaginario de sus confeccionistas y los símbolos de sus deidades.
Recuérdalo cada vez que uses o regales un chullo: además de ser un gran aliado contra frío, es también una prenda con mucha historia detrás.
Lo más reciente