El sanky, la maravillosa fruta de los Andes peruanos rica en vitamina C
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En los Andes del Perú se esconde una variedad de exóticos e inigualables frutos. Uno de ellos es el sanky: redondo y con espinas –muy parecido a la tuna–, pero con una textura suave y sabrosa en su interior. Esta pequeña –pero poderosa- especie se ha convertido en un gran aliado de la alimentación, ya que posee un alto contenido nutricional.
El sanky –llamado también Corryocactus brevistylus– se desprende de un cactus de nombre Sahkayo, que crece principalmente en el sur del Perú, en las laderas de los cerros (espacios que se caracterizan por ser rocosos y con poca humedad) y a una altura promedio de 2,500 a 3,300 m s. n. m. Posee un sabor ligeramente ácido, jugoso y con un bajo contenido de azúcar. En pocas palabras, muy agradable para el paladar.
Joya alimenticia
Este peculiar insumo posee un abanico de nutrientes que lo convierten en un fruto ideal para la dieta diaria y para la gastronomía saludable. El sanky se caracteriza por su alta dosis de vitamina C, ideal para reforzar el sistema inmunológico del organismo, evitando de esta forma el desarrollo de enfermedades gripales y respiratorias.
Asimismo, la ingesta de esta vitamina también evita la aparición de la anemia, pues absorbe el ingreso de hierro y lo retiene en la sangre. Repara y mantiene en perfecto estado los ligamentos, huesos y dientes.
El consumo de sanky también garantiza el ingreso de grandes cantidades de potasio al organismo. Este mineral –considerado un tipo de electrolito– contribuye en la formación y buen funcionamiento de los músculos; asimismo elimina los niveles elevados de sodio sobre la presión arterial, manteniendo, de esta forma, el buen funcionamiento del ritmo cardiaco.
Fibra, mucha fibra, es la que posee este fruto. Gracias a ello, regula la digestión y evita que el consumidor sufra de problemas gastrointestinales como el estreñimiento, hemorragia, cáncer de colon, colitis ulcerosa o síndrome de colon irritable.
La fibra también provoca una sensación de saciedad en el organismo, de modo regula la ansiedad de comer en exceso y frena el incremento de glucosa, ácidos biliares y colesterol. Esto hace que el sanky se convierta en un insumo ideal para incluir en un régimen de dieta, ya sea para bajar de peso, para combatir la diabetes o para regular el colesterol elevado.
El elixir de la juventud también lo tiene el sanky. Datos recogidos señalan que en su pulpa se encuentran concentrados altos niveles de antioxidantes, encargados de disminuir el daño que ocasionan los radicales libres en las células. De este modo, evita la aparición de manchas en la piel y estrés oxidativo, el cual trae como consecuencia el envejecimiento prematuro.
El consumo de antioxidantes también previene la aparición de tumores y otras afecciones como las enfermedades degenerativas y cardiovasculares.
Un alimento completo, así es este regalo de los Andes. A su larga lista de beneficios se suma la saponina, un glucósido encargado de detener la caída del cabello (producida en muchos casos por el estrés). Además, limpia profundamente el cuero cabelludo, dejándolo libre de grasa y caspa. Según datos recogidos, son más los laboratorios que se han animado a incluir el sanky dentro de sus valiosas fórmulas para el cuidado del cabello.
¿Cómo puedo consumirlo?
El sanky se caracteriza por ser refrescante, por ello es perfecto para la preparación de jugos, puedes combinarlo solo con agua o aprovechar sus nutrientes mezclándolo con otras frutas, como uvas, fresas o arándanos. También puedes consumirlo a modo de snack, cortado en trozos, o dentro de tu ensalada. Tú eliges.
El dato
Recuerda mantener la fruta en un ambiente fresco, pues los cítricos son muy sensibles a las altas temperaturas.
Fuentes: Caretas/ Correo/ El Popular/ Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU./ UNMSM