Uña de gato: conoce los principales beneficios de consumir esta planta de origen peruano

Hay una raíz bondadosa considerada como un insumo de oro por la medicina tradicional peruana: se trata de la uña de gato. Originaria de las regiones de Junín, Madre de Dios y San Martín, existen estudios que avalan los múltiples beneficios que este vegetal traería para el organismo.

También llamada Uncaria guianensis (aubl.) gmel, su uso era poco difundido hasta la década de los noventas, cuando su corteza empezó a comercializarse por sus propiedades medicinales Si bien existen muchas creencias sobre su uso como cura milagrosa, lo cierto es que debe emplearse solo como un antiinflamatorio natural.

¿Qué es lo que cura la uña de gato?

El Ministerio de Salud recalca que la uña de gato, ya sea en forma natural (tronco) o procesada (en cápsulas) no cura ninguna enfermedad. Sin embargo, esto no quiere decir que no tenga propiedades medicinales. Desde 1950 se han recopilado evidencias de su uso y desde 1970 se han venido realizando estudios clínicos que han demostrado científicamente sus propiedades antiinflamatorias.

Pese a todo, la planta milenaria continúa fascinando a los científicos de todo el mundo. Diversas investigaciones han dado pistas acerca de otros usos que podría tener su corteza. Por ejemplo, para los pacientes que padecen de alguna enfermedad oncológica y son sometidos a sesiones de quimioterapia, la infusión de uña de gato podría ayudar a la disminución de los síntomas generados después de dicho tratamiento.

También se ha encontrado evidencia de beneficios para los pacientes que sufren de alguna condición estomacal, ya que ayuda a limpiar el tracto intestinal. Las investigaciones continúan y, hasta el momento, se han encontrado beneficios relacionados al alivio de los síntomas de la hipertensión, dermatitis, procesos virales e irregularidades en el ciclo menstrual.

¿Qué contraindicaciones tiene la uña de gato? ¿Cuántos días debe tomarse?

El Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral (NCCIH, por sus siglas en inglés), en un estudio reciente, encontró que el consumo de la uña de gato es seguro si se da por períodos cortos de tiempo y esto coincide con la mayoría de médicos y especialistas en medicina natural, que recomiendan su consumo de 3 a 7 días. Sin embargo, la uña de gato no carece de contraindicaciones, entre las que se incluyen los dolores de cabeza, mareos y vómitos. Tampoco es recomendable que mujeres embarazadas ni lactantes la consuman. 

Herbario nacional

Desde el siglo XVIII, los europeos ya habían despertado su interés científico por las plantas nativas de Perú, pues existían pruebas que demostraban su efectividad para aliviar diversas dolencias.

Por ello, recogieron algunos ejemplares para examinarlos con mayor cuidado, como lo hiciera La Condamine con la quinina y, más adelante, Antonio Raimondi con otras plantas exóticas.

Así sucedió con la uña de gato. Un informe realizado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), cuenta al respecto:

“La historia comenzó cuando a Oscar Schüler, un antropólogo alemán que trabajaba en Perú, le diagnosticaron un cáncer terminal. En 1976, el científico viajó a Roma, curado y con la fuente de su salvación en la valija: la increíble uña de gato”.

El Departamento de Farmacología de la Universidad de San Marcos emprendió así el estudio de este insólito vegetal. Una nueva era en la medicina alternativa había comenzado.

El secreto del poder

La uña de gato tiene una virtud que pocos conocen: repara el ADN celular. De esta manera, su consumo permite mantener en óptimas condiciones el organismo.

Como buen superalimento, es aprovechable integralmente. Las hojas, por ejemplo, son empleadas para preparar infusión, la cual ayuda a tratar el catarro, la gripe y la tos.
 

Prepárala en casa

Si tu médico te ha recomendado una infusión de uña de gato, esta es la receta.

En primer lugar, pon a hervir un litro de agua a fuego lento. Acto seguido, agrega a la olla 12 gr de corteza de uña de gato (previamente lavada y picada). Deja que el vegetal hierva durante diez minutos.

Luego, cuela el té y conserva el líquido. Si deseas puedes añadir algunas gotas de miel o simplemente beberlo solo. Sentirás su sabor amargo, pero su efecto será revitalizante.

También es posible encontrar uña de gato en cápsulas y extractos. Tú elige.