“Coquito”, una historia que va más allá de los libros

A través de su publicación, el peruano Everardo Zapata Santillana impulsó la lectura en más de 40 millones de personas.

Sobre su mano derecha sostiene un ejemplar de su libro “Coquito”, como alistándose para dar una clase. Durante 30 años, don Everardo Zapata Santillana se dedicó a la docencia y luego, los 47 años siguientes, impulsó la enseñanza de más de 40 millones de personas en Hispanoamérica con el libro del cual es autor. En su natal Arequipa, la cual lo vio nacer un 15 de agosto de 1926, el maestro continúa acercándose a su oficina para seguir desarrollando su pasión: la educación.

Para crear “Coquito”, don Everardo se dio cuenta que necesitaba conocer más sobre el sistema de enseñanza en castellano. A la par de su rol como docente, emprendió rumbo en un viaje por diferentes ciudades. “Fue una tarea de corregir errores y avanzar. Hoy varios países usan el libro ‘Coquito’ para enseñar”, sostiene el autor. Fueron siete años, hasta el nacimiento de “Coquito”, cuya primera edición vio la luz en 1955.

“Encontré que el método de enseñar palabras que eran sustantivos, era la mejor opción”, sostuvo don Everardo en “Historias que Inspiran” del Ministerio de Cultura. “Coquito” renovó el sistema de enseñanza en diferentes países y, en algunos casos, se sigue enseñando desde este material. Sin embargo, una de las lecciones más importantes de estos ejemplares se ve reflejada en el mismo mensaje de su autor.

Educar es más que una profesión

A sus 96 años de edad, Everardo Zapata Santillana entiende que ha cumplido su gran misión. “Estoy satisfecho, porque no solo he enseñado, también he producido textos que enseñan con mucha facilidad los cursos”, explica. Sin embargo, existe un motivo más que lo sigue llevando, de lunes a viernes, a su despacho.

“Vocación no es solo enseñar a leer, se necesita amor, paciencia y, sobre todo, responsabilidad”, explica don Everardo. Es este deseo el que lo impulsa y que, finalmente, termina siendo uno de los grandes mensajes en “Coquito”: crecer con valores. Don Everardo generó un gran aporte para la educación del Perú y otros países hispanohablantes, un motivo más para sentirse orgullosos de ser peruanos.