Lucha Reyes: todo lo que no sabías de la Morena de Oro de la música criolla
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Su partida a muy corta edad golpeó a todo el país. Sin embargo, su legado musical permanece vivo hasta la actualidad. Conoce la historia de una mujer que, con su voz, cantó las tristezas de todos los peruanos: Lucha Reyes.
Lucha Reyes fue y siempre será un ícono de la música peruana. Su historia nos habla del esfuerzo que esta mujer afroperuana realizó para ganarse un nombre en el mundo de la música. Sin duda, su voz continúa vibrando en los corazones de millones de peruanos.
Sin embargo, para Lucha Reyes, no todo fueron reconocimientos y premios. Venció las dificultades de su vida gracias a su majestuoso talento. Estos son algunos datos de su vida que probablemente no conocías.
UNA NIÑEZ MUY ADULTA
Lucha nació en 1936 y su nombre completo fue Lucila Justina Sarcínes Reyes. Fue hija de Tobías Sarcínes y Lucila Reyes. Su padre falleció cuando tenía 6 años. La nueva pareja de su madre la maltrataba y, por ello, su relación con él no fue buena.
Siendo todavía una niña, su familia tuvo que mudarse a otra zona de la capital porque un incendió se llevó su casa. Debido a esta experiencia empezaría su recorrido por la música, pues debió cantar para ganarse unas monedas y así apoyar en la alimentación de sus hermanos. El tiempo pasó y se casó a los 16 años con su primer esposo. La única felicidad con él fueron sus hijos, porque, al igual que con su padrastro, Lucha sufría por violencia.
LA OPORTUNIDAD DE SU VIDA
En su segundo compromiso tuvo una hija. Ya con tres niños, la situación no mejoró, por lo que buscó diferentes formas para apoyar a su familia. Lucha se dedicó a vender periódicos, lavar ropa, lavar platos y cantar. Nunca dejó de cantar. Esto la llevó a participar en un programa radial de cantantes aficionados, El sentir de los barrios, a los 20 años. Su voz cautivó a todos.
A causa de su diabetes, debió ser hospitalizada en varias oportunidades. Sin embargo, esto no la detuvo en su propósito de cumplir sus sueños. En 1960 retornó a cantar, esta vez en el Teatro Pizarro, y para 1970 lanzó su primer álbum, La Morena de Oro, como la hacían llamar. El disco fue todo un éxito y muchos peruanos se rindieron cautivados ante su talento.
SE APAGA UNA VOZ
Con más álbumes, un programa de radio, el apoyo del público y un prometedor futuro, ¿que podía salir mal? En 1972 viajó a Estados Unidos, donde se lució en el Waldorf-Astoria de Nueva York y de Chicago. ¡Espectáculos inolvidables! Para 1973, los doctores le prohibieron las presentaciones de manera definitiva. Su salud estaba deteriorada. Ya a su regreso, le pidió a Augusto Polo Campos que le compusiera su canción de despedida. Ese año estrenó su última canción “Espera, corazón”.
Lucha Reyes nos dejó un 31 de octubre. Coincidentemente, esa fecha se celebra el Día de la Canción Criolla. A pesar de tantas dificultades, Lucha siempre supo capturar ese sentimiento de tristeza a través del talento. Su voz está presente y viva hasta nuestros días. Ella siempre será nuestra Morena de Oro.
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