Fashion Revolution: la iniciativa que llevó el bordado ayacuchano al mundo entero
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Las palabras de Karim Santa María, coordinadora de Fashion Revolution en Perú, van directo a la vena: “de ahora en adelante, cada vez que elijamos una ropa, preguntémonos frente al espejo quién hizo esa ropa y de qué material está hecha, porque si eso es feo, estamos feamente vestidos”.
En eso consiste Fashion Revolution, iniciativa global que busca reconstruir los eslabones rotos en la cadena de suministros de la industria de la moda, hasta convertirla en una actividad en la que la dignidad en el trabajo, la protección del medio ambiente y la igualdad de género sean parte infaltable de la agenda.
Karim, egresada de la Universidad del Pacífico y del Instituto de Arte y de la Moda de París, lo tiene muy claro: necesitamos un cambio de mentalidad en cuanto a la moda tal y como la entendíamos hasta antes de la pandemia: comprar, comprar y comprar.
Con un emprendimiento exitoso basado en bordados ayacuchanos, Karim llevó la moda peruana al mundo entero. Es una historia de talento y perseverancia.
Emprendimiento exitoso
Karim empezó el negocio de los cinturones bordados en el año 2003 en Ayacucho, con el firme propósito de difundir los diseños ancestrales del Perú, a la vez que daba trabajo a cientos de familias vulnerables. En el 2009 empezaron las exportaciones con ayuda de la cooperación belga y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Los cinturones inundaron las boutiques, a tal punto que, en 2011, la actriz Julia Roberts escogió uno de ellos para su película Comer, rezar y amar. Entonces llegó el boom: las ventas se cuadruplicaron.
Tiempo después, Karim tomó contacto con la diseñadora británica Carry Somers en una pequeña feria artesanal. Somers quedó maravillada no solo con los productos, sino con todo el proceso de producción: las artesanas laboraban bajo condiciones justas y con materiales orgánicos, como la lana de oveja.
“Entonces, cuando ella decide crear Fashion Revolution en el 2013, se preguntó: ‘¿a quién le puedo encargar este proyecto en el Perú?’ No lo dudó y me llamó por teléfono”, cuenta Karim.
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El Perú a la vanguardia
Karim señala que es tiempo de replantear el sentido de la moda. Ello requiere de un proceso de reeducación tanto por parte de los usuarios como de los empresarios. “Primero hay que crear consciencia. Yo creo que es momento de entender que la moda debe fundamentarse en valores humanos que nos ayuden a ser mejores empresarios, pero desde el corazón”, dice. Y agrega: “¿por qué comprar ropa de un taller donde la gente trabaja más de once horas en condiciones infrahumanas si podemos comprar productos elaborados bajo condiciones justas de trabajo?”
Fashion Revolution propone crear una industria de la moda transparente, consciente, ética que apoye la recuperación de las tradiciones y los ecosistemas con un diseño creativo y un reparto equitativo de beneficios.
“En el Perú tenemos de todo para inspirarnos. Los peruanos siempre hemos sido vanguardistas. Si retrocedemos a nuestras culturas originarias veremos cómo ellos respetaban la tierra y la naturaleza y lo expresaban a través de su vestimenta”, afirma Karim. Incluso hoy, prosigue, a pesar de la incursión de la moda extranjera, los peruanos siempre insisten en sus propios telares hechos de alpaca o de algodón porque los hace sentir realmente ellos, los hace sentir orgullosos de su tradición.
Moda con propósito
Entonces, no se trata de comprar mucha ropa. Se trata de utilizar lo necesario (es decir, reutilizar) y de expresar una identidad. “Basta con ordenar nuestras prendas en el armario para darnos cuenta de que no necesitamos mucha ropa. Entonces, la verdadera revolución debe empezar ahí: en nuestros propios armarios”, recomienda la empresaria. Moda con propósito, como la de los antiguos peruanos.
“A eso va el mundo. Y eso lo hemos hecho los peruanos por siglos. Y lo seguiremos haciendo”, sostiene Karim Santa María.
Según ella, son los ecos de la Pachamama los que inspiran a los nuevos diseñadores. “La ropa no puede cambiar el mundo , nosotros sí“.
Datos de cierre:
- Muchos tejedores ayacuchanos son descendientes de la cultura Wari y siguen una tradición que data de hace 2700 años. Suelen tejer a mano en telares de pedal, principalmente con alpaca y lana de oveja, aunque también pueden usar fibras de algodón.
- Fashion Revolution tiene presencia global e involucra a diseñadores, académicos, escritores, líderes empresariales, diseñadores de políticas, marcas, minoristas, comercializadores, productores, fabricantes, trabajadores y amantes de la moda. El hashtag que identifica a la marca es #whomademyclothes?
Fuentes: Fashion Revolution/ Guioteca