Conoce la Historia de Ancash, una de las regiones más antiguas del Perú
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Cuna de la cultura Chavín y lugar donde se encuentra Chavín de Huántar, Áncash tiene algunos de los restos arqueológicos más antiguos del Perú. Te invitamos a conocer la historia de esta región.
Custodiada por las cordilleras Negra y Blanca, Áncash es el lugar indicado para conectarse con los Andes y su milenaria historia. En esta región al norte de Lima, se ubican el mítico Callejón de Huaylas y la preciosa Laguna de Llanganuco. Es la cuna de la civilización en Perú, territorio de grandes imperios y provincia que aportó en gran medida con la independencia del Perú. Hoy te damos a conocer la historia de nuestra región más antigua.
ÁNCASH Y EL ANTIGUO PERÚ
Entre los asentamientos humanos más antiguos que conocemos en el Perú, se encuentra Guitarrero, una cueva entre las montañas de Yungay que hace más de 14.000 años dio refugio y permitió sobrevivir a los peruanos prehistóricos, quienes poco a poco dominaron el territorio. Hace 7.000 años empezaron a cultivar frejoles, pallares, ajíes, oyucos y diversos frutos andinos.
Con las herramientas que la agricultura les proporcionaba, estos hombres y mujeres construían. La religión, el culto y las ceremonias permitieron el desarrollo de Sechín y Punkurí, también de La Galgada o la arquitectura en las cuencas de los ríos Chuquicara y Santa entre 2700 y 2000 a.C. De acuerdo con el arqueólogo Julio César Tello, la cultura peruana es autóctona y estos vestigios son una prueba de esta hipótesis.
El TEMPLO DE LAS AGUAS: CHAVÍN
Chavín fue tanto una cultura como un importante centro ceremonial, a donde acudían personas de diversos pueblos. De acuerdo con las investigaciones más actuales, Chavín de Huántar tuvo la función de gran oráculo al que llegaban peregrinos provenientes de diversas zonas de los Andes para rendir culto a diversos dioses, en particular el Dios del Agua. Todo esto ocurría alrededor del año 1000 a.C, más de 2000 años antes de Machupicchu y los Incas.
Los Chavín fueron buenos agricultores. Produjeron maíz a gran escala y utilizaron telares para elaborar ropas de algodón con adornos de lana. Pero su legado se encuentra sobre todo en la talla de símbolos y esculturas de figuras zoomórficas y antropomórficas como la Estela Raimondi, el Lanzón Monolítico y las Cabezas Clavas, esculturas de piedra que decoraban las fortalezas y templos. Diversos historiadores consideran que en su arquitectura demuestra una influencia de peregrinos que llegaban desde tan lejos como la Amazonía.
EL IMPERIO MÁS EXTENSO DE SUDAMÉRICA
En el sexto año de gobierno de Pachacútec, su hermano Cápac Yupanqui lideró una fuerza de 30.000 soldados en una campaña contra los Huancas en el recientemente creado Chinchaysuyo, al norte del Cusco. De acuerdo con el Inca Garcilaso de la Vega, éstos resistieron con ferocidad, pero el territorio fue conquistado: la antigua región de los Chavín, que había pasado por la influencia de los reinos Moche, Chimú y Wari en su máxima extensión. Yupanqui se encargó de organizar, una vez más, el territorio.
Durante su tiempo como Sapa Inca, Yupanqui organizó campañas de conquista en el Chinchaysuyo. Avanzó hasta Maraycalle? y exigieron la rendición de los Huaylas, Piscopampa, Huaris y Cunchucu, pero estos no fueron conquistados sino hasta entre los años 1460 y 1480. Faltaban doce años para que en octubre de 1492, Cristóbal Colón pusiera sus pies en el Caribe; unas cuatro décadas para la captura de Atahualpa, en Cajamarca, Chinchaysuyo.
UN NUEVO AMO, UN NUEVO CONTINENTE
Fue Hernando Pizarro, hermano de Francisco, quien ingresó por primera vez al Áncash actual, desde Huamachuco, con la conquista de los caminos incaicos del Callejón de Huaylas. Luego de la ejecución de Atahualpa, Inés Huaylas Yupanqui, hermana de Atahualpa y madre de Francisca Pizarro, una mujer clave de nuestra Historia, fue entregada a Pizarro. Eran los primeros momentos de la Conquista.
Los primeros colonos del territorio de Áncash llegaron atraídos por la enorme cantidad de vetas de metales preciosos, principalmente de plata. Fueron años difíciles, para someter a los nativos, los colonos utilizaron tácticas de tortura y matanzas en masa en las actuales provincias de Sihuas y Pomabamba. Luego vino la repartición de los nativos en encomiendas. Así, Fray Domingo de Santo Tomás llegó al poblado de Yungay en 1540 y Jerónimo de Alvarado asumió la encomienda de Huaraz. La ciudad capital de la región estaba fundada.
LIBERTAD
El siglo XVIII, el de las Revoluciones, no fue ajeno a Áncash. Piscobamba y Chacas se rebelaron, motivados por los tributos a los que la Colonia obligaba y los abusos de caciques y corregidores. Se les sumaron las ciudades del Callejón de Huaylas, donde se formaron los primeros movimientos para dar apoyo a la causa independentista que surgía en México y Argentina.
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Áncash aportó un importante número de soldados a las filas de los ejércitos independentistas de José de San Martín. El Departamento de Huaylas nació en 1821. Con la llegada de Simón Bolívar, en 1824, el centro de operaciones se estableció en Yungay, donde se encuentran los batallones Voltigeros y Pichincha, que participaron poco después en la batalla de Junín.
Entre 1835 y el siglo XX, el departamento fue pasando por diversas reorganizaciones internas. Al inicio, la zona costeña pertenecía a Lima, mientras que la Sierra se encontraba en la Intendencia de Tarma. El actual departamento con el nombre de Áncash nace de la suma de Huaylas, Santa, Conchucos, Huari y Cajatambo.
Ancash es actualmente la sexta economía de nuestro país y aporta al 3.5 del PBI. Es una región importante en los sectores de minas, pesca y manufacturas que contiene además destinos turísticos, como las lagunas de Llanganuco, el Parque Nacional Huascarán, las Cordilleras Blanca y Negra y el mismo Callejón de Huaylas. Casi la mitad de sus habitantes se dedican a actividades de servicios, una pujante clase media que es orgullo para el Perú.