El Valle Sagrado de los Incas
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El Valle Sagrado de los Incas es un extenso valle que se ubica en los Andes peruanos, en un área comprendida entre las poblaciones de Písac y Ollantaytambo, y que es irrigado por el río Vilcanota-Urubamba.
Fue muy apreciado por el antiguo imperio incaico debido a sus especiales cualidades geográficas y climáticas, convirtiéndose en uno de sus principales puntos de producción por la riqueza de sus tierras. De hecho, es el lugar donde se produce el mejor grano de maíz del Perú.
El Valle Sagrado es poseedor de paisajes maravillosos, donde habitan comunidades andinas que conservan costumbres y tradiciones ancestrales, una muestra de cultura viva de Cusco. Asimismo, este lugar alberga numerosos monumentos arqueológicos, legado del esplendor y riqueza inca.
Písac
Este pueblo es famoso por su observatorio astronómico. En Písaq se puede asistir a una misa en quechua en medio de indígenas y varayocs o alcaldes regionales. Igualmente, se puede comprobar cómo los agrónomos incas resolvieron el problema de sembrar en las pendientes de los cerros. En el mercado típico se puede observar como los campesinos que asisten de distintas comunidades siguen usando el sistema de trueque, es decir, cambian un producto por otro.
Moray
Aquí se pueden ver construcciones de piedra circulares concéntricas formando una especie de anillos que se van ensanchando mientras ascienden. Se considera a este lugar como uno de los principales centros de investigación agrícola, para la experimentación y siembra de cultivos provenientes de distintos lugares del imperio incaico. Los distintos climas y pisos altitudinales varían su temperatura en aproximadamente 20°C (del primero al último). Se entiende fueron construidos con la intención de hacer posible la siembra de productos de la costa y selva en climas más fríos y a mayor altura.
Maras
La importancia de este pueblo se origina por la extracción de sal. Aquí se encuentran las Salineras de Maras, conocidas también como las minas de sal, cuya explotación es tan antigua como el Tahuantinsuyo. Ubicadas en la ladera del cerro, aprovechan un manantial de agua salina que nutre las pozas.
El uso de la Sal de Maras data de miles de años y se hereda en cada familia, pero se maneja en forma comunal. Son unas cinco mil pozas de unos 5 metros cuadrados cada una, el agua se filtra en las pozas y se evapora por acción del sol, dejando brotar cristales de sal gruesa. Aquí, los pobladores muestran a los visitantes sus técnicas ancestrales y permiten que intervengan en la recolección.
Ollantaytambo
La zona arqueológica de Ollantaytambo es una obra monumental de la arquitectura incaica. Ha sido construida sobre dos montañas en un lugar estratégico que domina todo el valle. Constituyó un complejo militar, religioso, administrativo y agrícola.
Ollantaytambo es la única ciudad inca que se conserva casi intacta y sus casas sirven aún como viviendas donde moran sus descendientes. El diseño de la ciudad, sus ejes, su estructura urbanística, la belleza de los volúmenes y sus juegos de la luz y la sombra atraen al turismo.
En el templo principal tiene un frontis con seis monolitos de granito rosado traídos desde otro lugar y perfectamente ensamblados en la piedra.