Lima histórica: Recorre y conoce sus mejores street food
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Más allá de los huariques ya conocidos, Lima esconde una vibrante escena de street food con una calidad y sabor más que sobresalientes. Recórrelos a continuación.
El street food es una expresión cultural mundial, que en Perú muestra los sabores auténticos de cada distrito, por ejemplo, en Lima. Desde tradicionales anticuchos, hasta los deliciosos dulces de antaño, a continuación exploramos los mejores lugares, o huariques, para disfrutar de esta experiencia culinaria en los distritos más emblemáticos de la ciudad.
Churros San Francisco/ Fuente: Shutterstock
Churros: Historia y sabor
Empezamos con tradición. En Lima se encuentra uno de los mejores, y más antiguos, postres peruanos. Con más de 50 años de historia, los churros de esta ciudad se caracterizan por su masa crujiente y sabroso relleno.
¿Cómo se originó este manjar? La historia cuenta que un español llegó a la capital peruana hace más de 5 décadas y adaptó la receta original de los churros de su país con los insumos peruanos necesarios. El resto es conocido. Churros de manjar blanco, churros con crema pastelera y churros de chocolate son algunas de las variedades de esta delicia de grandes y pequeños que son una explosión de sabor en el paladar.
Suspiro a la Limeña/ Fuente: Shutterstock
Una puerta al pasado
Disfrutar un suspiro a la limeña es una experiencia que combina tradición, historia y sabor en un solo bocado. El aroma dulce de este postre emblemático se mezcla con el aire bohemio del distrito. Servido en una copa elegante, con su manjar blanco suave y la espumosa cobertura de merengue, cada cucharada evoca esa Lima antigua de antaño.
En cuanto al origen del suspiro a la limeña, se encuentra ligado a la literatura, cuando el escritor peruano José Gálvez Barrenechea probó, por primera vez, este postre preparado por su esposa Amparo Ayarez, quien ideó la receta y quedó encantado. El poeta resumió la experiencia con un gran verso: "un suave y dulce suspiro de una mujer".
Por si fuera poco, también se puede disfrutar de la caspiroleta, bebida de antaño hecha con Pisco (en algunas versiones) y que se solía utilizar para combatir el resfriado. Asimismo, existen los clásicos de siempre: arroz con leche y mazamorra morada, tres leches, entre otros.
Anticuchos/ Fuente: Shutterstock
Tradición no convencional
¿Sabías que se pueden disfrutar sándwiches preparados con métodos de cocción no convencionales? Para acentuar el sabor de los ingredientes, el pan con chicharrón es una verdadera poesía al “crunchy”, por lo crocante y suave, en el concurrido distrito de Lince.
No se podía dejar de lado a los anticuchos, uno de esos platos clásicos que se deben probar, al menos, una vez en la vida. Y qué mejor que hacerlo en este distrito, donde el plato es servido en generosas porciones y con ese característico ají tan intenso.
Los anticuchos tienen sus orígenes en la época preincaica, cuando las culturas andinas asaban carne a fuego abierto. Con la llegada de los españoles, se introdujeron nuevos ingredientes como el ajo y el vinagre, y los esclavos africanos popularizaron el uso del corazón de res, ya que era una de las partes menos apreciadas. Aderezados con ají panca y otras especias, los anticuchos se convirtieron en un plato icónico de la gastronomía peruana, tradicionalmente cocinados en brasas y servidos con papa y choclo.
Papa Rellena / Fuente: Shutterstock
El imperio de la papa
En un país donde la papa es uno de los principales insumos bandera, un sinfín de paladares se encandilan con una de las mejores causas y papas rellenas jamás hechas en Magdalena.
Para preparar la papa rellena, se hierven papas blancas hasta que estén suaves, luego se pelan y se prensan hasta obtener un puré homogéneo. Se sazona con sal y se deja enfriar. Mientras tanto, se prepara el relleno con carne molida, cebolla, ajo, ají panca, comino, sal y pimienta y se fríe hasta que esté bien dorado; acto seguido se le agrega aceitunas y huevo duro picado.
Luego se toma una porción del puré de papa, se aplana en la mano, se coloca una cucharada del relleno en el centro y se moldea en forma ovalada. Finalmente, se pasa por huevo batido, se fríe en aceite caliente hasta dorar y se sirve acompañada de salsa criolla.
El clásico moderno
Miraflores combina tradición y modernidad en su oferta gastronómica callejera. En el Parque Kennedy, las carretillas ofrecen churros rellenos de manjar blanco, picarones y su clásico arroz con leche y mazamorra, que son los compañeros ideales para una caminata nocturna por estos lugares llenos de luces y personajes.
La mazamorra y el arroz con leche tienen orígenes distintos pero comparten influencias culturales en común. La mazamorra proviene de las tradiciones prehispánicas, donde se preparaban recetas en base de maíz amarillo, conocido como ishkupcha. Con la llegada de los españoles, se incorporaron ingredientes como el azúcar y las especias.
Por otro lado, el arroz con leche tiene raíces en la gastronomía árabe y española, donde se cocinaba con arroz, leche, azúcar y canela. Durante la época colonial, esta receta llegó al Perú, donde se combinó con sabores locales.
Picarones/ Fuente: Shutterstock
Tradición picaronera
Comer picarones en Lima es una experiencia sensorial que combina tradición y sabor. Este postre, hecho a base de camote y zapallo, se fríe hasta lograr una textura crujiente por fuera y esponjosa por dentro, para luego ser bañado con miel de chancaca, un jarabe oscuro y aromático.
En festividades como el Señor de los Milagros, los picarones se vuelven protagonistas de la gastronomía callejera, acompañados de bebidas como chicha morada o café. Su consumo se intensifica en los meses fríos, cuando el calor de este dulce se convierte en un placer reconfortante.
La riqueza del street food limeño reside en su autenticidad, de manera que cada distrito de Lima tiene su propia personalidad, aunque todos comparten una especial dedicación al sabor y a la calidad. Así que la próxima vez que camines por las calles limeñas, no dudes en dejarte llevar por los aromas y probar la variedad que la ciudad tiene para ofrecer. ¡Buen provecho!