A vísperas de sus 204 años de creación, ¿Cuál es el origen y la historia de la bandera de Perú?
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Conoce la evolución e historia de la Bandera de Perú
A lo largo de la historia de Perú, el diseño de su bandera ha cambiado significativamente, por ejemplo, desde el sueño de José de San Martín hasta el gobierno de Simón Bolívar. La bandera original, creada en 1820, reflejaba los ideales de libertad y unión que inspiraron la independencia, no solo para Perú, sino para el resto del continente.
Las banderas nacionales representan al país y a sus ciudadanos, sirviendo como un emblema visual que unifica a las personas bajo una identidad común y promueve el sentido de pertenencia. Estos símbolos, que fomentan el patriotismo y el orgullo nacional, son izados en días festivos, eventos oficiales y celebraciones para conmemorar la historia y los logros de la nación. Ver la bandera ondear puede evocar sentimientos de orgullo y lealtad entre los ciudadanos.
A lo largo de los años, diferentes versiones han surgido, adaptándose a los tiempos y a las necesidades del país. Como estandarte de voluntad y patriotismo, hoy te contamos más sobre su historia y los procesos de transformación que pasó a través de las décadas.
PRIMERA BANDERA
Todos los peruanos hemos escuchado, ya sea en la escuela o en casa, del sueño del Libertador don José de San Martín, que inspiró la creación de la primera bandera peruana. De acuerdo con esta historia, recogida en forma de cuento por el escritor Abraham Valdelomar, el general San Martín desembarcó en la bahía de Paracas el 8 de septiembre de 1820 para iniciar su gesta libertadora. Una vez en la playa, decidió descansar bajo la sombra de una palmera para aliviar así la fatiga del viaje.
Durante su descanso, soñó con la victoria y la independencia del Perú, lo que también significaba la libertad para el resto del continente. Soñó que esta libertad se extendía por toda Sudamérica y pudo ver lo que Valdelomar describió como “una bella bandera, sencilla y elocuente, que se agitaba con orgullo sobre aquel pueblo poderoso”. San Martín despertó y abrió los ojos con una súbita alegría, que el escritor narra así:
“El héroe se puso en pie. El ejército estaba listo para la marcha.
Entonces lo invadió una sana jovialidad, y cuando sobre el caballo arrogante, los capitanes taciturnos emprendieron la marcha para cumplir el más noble mandato del destino, les dijo el Libertador:
—¿Veis aquella bandada de aves que va hacia el norte?
—Sí, general. Blancas y rojas —dijo Cochrane.
—Parecen una bandera —agregó Las Heras.
—Sí —dijo San Martín—. Son una bandera. La bandera de la Libertad que acabamos de sembrar”.
Si bien los historiadores difieren en el origen real, la anécdota es inspiradora. Lo cierto es que la primera bandera peruana fue diseñada por el propio San Martín, mediante un decreto publicado el 21 de octubre de 1821 que indicaba que “se adoptará por bandera nacional del país una de seda, o lienzo, de ocho pies de largo, y seis de ancho, dividida por líneas diagonales en cuatro campos, blancos los dos de los extremos superior e inferior, y encarnados los laterales; con una corona de laurel ovalada, y dentro de ella un Sol”.
La primera modificación de nuestro símbolo patrio fue realizada durante el gobierno de José Bernardo de Tagle, marqués de Torre Tagle y supremo delegado de la República, que reemplazaba interinamente a San Martín cuando el Libertador viajó a Guayaquil. La nueva composición establecía una franja blanca transversal entre dos de color rojo de la misma anchura, con un sol rojo en el centro. Según el propio Torre Tagle, la modificatoria fue necesaria debido a los inconvenientes que demandaba la elaboración de la primera bandera.
Si bien la Independencia del Perú fue declarada en 1821, el proceso independentista se consumó recién en 1824, con las batallas de Junín y Ayacucho como los dos grandes enfrentamientos que sellaron finalmente la emancipación peruana. Durante estos años, la bandera suponía un gran problema: en el campo de batalla era difícil de diferenciar del estandarte español, pues la única diferencia era el color de la franja central, que en el caso de los europeos era amarilla.
Por ese motivo, el 31 de mayo de 1822 el marqués de Torre Tagle estableció una versión formada de tres bandas verticales, de color rojo en los extremos y blanco en la central, con el sol rojo al medio de la banda blanca.
La forma final de nuestra bandera se estableció el 25 de febrero de 1825, durante el gobierno de Simón Bolívar, a través de la promulgación de la ley de símbolos patrios. Esta determinó que: “El pabellón y bandera nacional se compondrán de tres franjas verticales, las dos extremas encarnadas, y la intermedia blanca, en cuyo centro se colocará el escudo de las armas con su timbre, abrazado aquel por la parte interior de una palma a la derecha y una rama de laurel a la izquierda entrelazadas”.
La única modificación desde entonces fue una simplificación que se realizó en 1950, durante el gobierno de Manuel Odría. Para facilitar la confección de nuestro símbolo patrio, se decidió que la presencia del escudo no fuera necesaria. Desde entonces, empleamos la bandera actual y solo las instituciones del Estado o ceremonias oficiales incluyen el escudo.
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