¿Conoces las tradiciones populares ligadas al “mes morado” en el Perú?
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Se le conoce como “mes morado” por las túnicas que llevan los creyentes del Señor de los Milagros, pero octubre es mucho más que eso. Las tradiciones culinarias más representativas de la cultura afroperuana también tienen su momento central en este mes. Hoy te contamos la historia de los picarones, los anticuchos y el tradicional turrón de doña Pepa. ¿Nos acompañas?
Cuenta la historia que los peruanos prehispánicos ya disfrutábamos de los picarones con una receta de camote y zapallo. También se cuenta que antes de la llegada de los españoles ya comíamos carne de llama condimentada con hierbas aromáticas y ajíes. Y que no fue un peruano, ni un español, sino Josefa Marmanillo quien inventó el turrón en el Perú.
La historia de estos tradicionales potajes peruanos tiene, sin embargo, una raíz en común: se hicieron conocidos a través de la cultura popular afroperuana, una comunidad que, ligada a la procesión del Señor de los Milagros, toma especial importancia en octubre. Acompáñanos a conocer los orígenes de las tres tradiciones culinarias de este mes.
PICARONES
La llegada de los españoles trajo dos novedades para la preparación de este postre. En primer lugar, las cocineras incluyeron harina de trigo y azúcar a la mezcla; y en segundo, añadieron el hueco central, que permitió prepararlos, servirlos y almacenarlos de manera mucho más práctica. Tan grande fue el éxito de este postre entre los limeños de los siglos XVI y XVII que la receta se fue perfeccionando de generación en generación, sobre todo entre las familias afrodescendientes.
Las cocineras y vendedoras eran, a la vez, pregoneras. Con ingenio y picardía, inventaban versos y décimas para llamar a sus clientes en procesiones religiosas como la del Señor de los Milagros, que se hizo popular desde mediados del siglo XVII.
Hoy los picarones existen en toda época del año, sobre todo en la ciudad de Lima. Pero la demanda de peruanos y extranjeros es tan grande que ya es posible encontrarlos en diversas partes del Perú, e incluso en restaurantes de ciudades con una migración peruana importante.
ANTICUCHOS
Durante el Virreinato, los esclavos se alimentaban principalmente de las menudencias y las vísceras de las reses. Fue la fusión entre la tradición prehispánica de comer carne de llama condimentada y el uso de fogones la que creó al anticucho que hoy conocemos. Con el tiempo, la cocción de grandes trozos de corazón ensartados a modo de brocheta en palitos de caña y asados a la parrilla se hicieron populares entre los limeños.
El célebre escritor peruano Ricardo Palma, por ejemplo, citó al anticucho como un “bisteque en palito” y destaca las 3 de la tarde como una hora pico en que lo demandaban. Hoy es tan popular que se les encuentra a toda hora, incluso de madrugada, a la salida de locales nocturnos. Y se ha completado con una generosa porción de papas y salsas picantes de todo tipo.
Y es uno de los favoritos de los peruanos que vuelven del extranjero.
TURRÓN DE DOÑA PEPA
Doña Pepa fue el sobrenombre de Josefa Marmanillo, esclava afroperuana que vivía cerca de Cañete, famosa por ser muy buena cocinera. La leyenda cuenta que una extraña enfermedad le causó parálisis en los brazos, tuvo que dejar de cocinar y en esas condiciones fue dejada en libertad.
Josefa viajó en busca de alguien que la curara de su enfermedad. La historia popular relata que Pepa visitó al Señor de los Milagros, de quien era devota. Entonces, se curó.
En agradecimiento, Josefa Marmanillo creó el famoso postre a base de harina, anís tostado, ajonjolí, miel de chancaca y grajeas, que empezó a ofrecer a los limeños en octubre, cada vez que viajaba de Chincha a Lima, contando la historia del milagro que la sanó.
Turrón de doña Pepa no es una marca, sino una denominación de orígen. Existen diversas marcas que lo comercializan durante todo el año, pero aún puede encontrarse la receta tradicional en algunas calles del centro de Lima.
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