Ají peruano: 5 recetas a base de este singular ingrediente
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Capsicum es el nombre científico del ají o también llamado chile, un ingrediente del cual depende gran parte de la sazón peruana. Existe evidencia de que este insumo picante y sabroso existió desde la época precolombina, por lo que forma parte de una larga tradición.
Gracias a las más de 50 variedades que prosperan en suelo nacional, es posible decir que Perú es uno los lugares de origen del ají. Entre las variedades que más resaltan, destacan el ají amarillo, el ají charapita, el ají limo, el cacho de cabra, entre otros.
El ají le da ese toquecito de picor a las comidas sin el cual sería imposible degustar por completo el sabor, por ejemplo, de un Cebiche o de una Papa a la Huancaína.
A continuación, conocerás los múltiples beneficios de consumir ají en cantidades moderadas y cuáles son los platos cuya magia depende de este singular ingrediente.
Beneficios
Según un estudio del American Journal of Clinical Nutrition (AJCN), la ingesta controlada de ají podría ayudar a disminuir los niveles de insulina en la sangre. Asimismo, el estudio resaltó las cualidades de la capsaicina para curar las úlceras gástricas.
Otros estudios sugirieron que este insumo ayuda a reducir el dolor ocasionado por la artritis y que estimula la producción de endorfinas, lo que ayuda a mantener en buen estado el sistema nervioso.
Ají de gallina. Es un delicioso platillo salado y ligeramente picante que heredó su textura de un postre europeo. Se hace a base de pan, gallina deshilachada, leche, ají amarillo, ají panca, palillo y pecanas. Se sazona con sal, pimienta y comino al gusto. Dicen que el Ají de gallina no es Ají de gallina sin su guarnición de arroz, papa, queso rallado, una tajada de huevo y su picantito tradicional.
Papa a la huancaína. Un plato sencillo, pero de sabor pleno. La suculenta crema que baña las papas recién sancochadas surge de la generosa fusión de queso y salsa de ají amarillo. Un manjar que cae a pelo como entrada o como piqueo. Se cree que surgió en el siglo XlX, en medio de la construcción del Ferrocarril Central, en Huancayo. Las mujeres huancaínas -de ahí derivaría su nombre-, conmovidas por el arduo trabajo de los obreros, se las ingeniaron para llevarles viandas, entre ellas suculentas papas cubiertas por esta salsa especial. Por otro lado, se cree que fue una moradora quien inventó y comenzó a vender este potaje a los trabajadores.
Tiradito. Mezcla de influencias peruanas y niponas, este plato consiste en un conjunto de tiras de pescado fresco y crudo condimentado con especias. Se cree que su origen estaría en Piura, y que su nombre provendría del término “estiradito”, en alusión a las láminas de pescado. Estos finos trozos, a menudo de lenguado, son marinados con ají amarillo, ají limo, ají limo rojo, sal, jugo de limón y hielo. Se sirve acompañado de camote y choclo.
Tacu Tacu. Esta combinación de menestras (frejoles) y arroz habría llegado a América junto con los migrantes africanos que los españoles trajeron al continente. Una vez aquí, el preparado añadió a su receta el extraordinario ají amarillo, con lo que resultó el popular Tacu Tacu. Hoy, el aderezo se prepara de la siguiente manera: ajo molido, tomate picado, cebolla picada en cuadritos, ají amarillo, sal y pimienta. Se presenta con huevo frito, lomo saltado o mariscos.
Cebiche de pato. Muy popular en el norte chico de Perú, consiste en trozos de pato cocido, sazonados con ají limo licuado, ajo, cebolla, jugo de limón, naranja agria, sal y pimienta. El resultado es suculento. Se disfruta con arroz y yuca. Pero también es posible comerlo con una buena porción de frejol.
Fuentes: Gestión/ Wapa/ Peru.com