¡Pura tradición! Conoce las celebraciones más representativas de la costa peruana
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La costa peruana, además de contar con un majestuoso litoral, es un escenario vibrante para una amplia variedad de celebraciones costumbristas que reflejan su rica herencia cultural. Muchas de estas festividades tienen sus raíces en la época colonial y se realizan, en su mayoría, para rendir homenaje a un santo o santa, combinando elementos religiosos con tradiciones locales que han sido preservadas y adaptadas a lo largo de los siglos.
Durante estos días festivos, uno puede sumergirse entre bailes típicos y peregrinaciones, así como deleitar el paladar con los potajes regionales que, en algunos casos, sólo se preparan en estos encuentros.
Las celebraciones suelen estar marcadas por coloridas procesiones, donde la devoción se entrelaza con la alegría de la comunidad, creando un ambiente de unión y respeto por las tradiciones ancestrales. Estas fiestas son también una oportunidad para que los habitantes de la costa, y aquellos que la visitan, se conecten con sus raíces y celebren la diversidad cultural que caracteriza Perú.
A continuación, te contamos un poco más sobre esas fechas especiales que debes presenciar, por lo menos, una vez en tu vida,, y que continúan siendo una parte fundamental de la identidad cultural de esta región.
Señor de los Milagros. Durante octubre, la ciudad de Lima se tiñe de morado como símbolo de respeto y fe hacia la imagen del Cristo Moreno, que fue retratado en 1651 por el esclavo angoleño Pedro Dalcón, en el muro de una cofradía ubicada en el barrio de Pachacamilla, en el centro de Lima.
La celebración tuvo origen poco tiempo después de que el devastador terremoto de 1655 derrumbara varias edificaciones de la ciudad de Lima, menos la pared donde estaba retratada la imagen. La población quedó atónita ante este suceso y poco a poco se fueron acumulando diversos testimonios de milagros cumplidos por la figura sagrada. Cuenta la historia que, para evitar actos profanos, las autoridades de ese entonces ordenaron demoler el muro, pero cada vez que se coordinaba la diligencia ocurría un suceso que lo evitaba.
Esto hizo que la población fortaleciera aún más su fe por el Cristo de Pachacamilla. Desde ese entonces, durante el citado mes, una réplica de la imagen original recorre las principales arterias de Lima céntrica. El día principal es el 18 de octubre, fecha en la que se congregan miles de devotos, quienes, vestidos con el hábito morado, lo acompañan en procesión. En esta época, es posible también disfrutar del exquisito turrón de Doña Pepa, creado por una esclava afrodescendiente como ofrenda al Señor de los Milagros.
Santa Rosa de Lima. La patrona del Perú, América y las Filipinas nació, como su nombre lo dice, en la ciudad de Lima y fue la primera mujer americana a la que se le otorgó el reconocimiento canónico de la iglesia católica. Ocurrió en 1671.
La festividad ocurre en agosto de cada año–fecha de su muerte– especialmente cada 30 de dicho mes. Durante este día, los peruanos acuden a la iglesia de Santa Rosa de Lima (ubicada en la Av. Tacna) para participar de las actividades litúrgicas. Pero también, para depositar sus plegarias en el famoso pozo de los deseos de la santa limeña, a fin de que interceda por ellos ante Dios.
La imagen de Isabel Flores de Oliva –su nombre de bautizo– también sale en procesión, custodiada por la Policía Nacional del Perú, institución de la que también es considerada patrona.
Los restos de Santa Rosa de Lima reposan, desde hace más de tres siglos, en el interior del convento de Santo Domingo.
Navidad y bajada de reyes en Chincha. La provincia iqueña, cuna del folclore afroperuano, tiene una manera muy peculiar de celebrar la llegada del niño Jesús. Desde el día 24 de diciembre (vísperas de Navidad), hasta el 6 de enero (Bajada de Reyes), los hombres escenifican la famosa danza titulada el Hatajo de los Negritos (considerada como Patrimonio Cultural de la Nación en el año 2012), mientras que las mujeres ejecutan la coreografía de las Pallitas.
Según datos históricos, la tradición de cantar villancincos y bailar alrededor del pesebre es de procedencia española, pero se asentó en Perú durante el siglo XVll. Algarabía, música y agradecimiento no faltan durante estos días de fiesta.
Vendimia de Ica. Durante la primera semana de marzo, la capital iqueña se viste de gala para recibir a cientos de aficionados de la vitivinicultura y de los destilados, como el pisco, para celebrar la también llamada “Fiesta de la Abundancia”.
En esta fecha, se realizan diversas actividades en honor a la vid, una de ellas es la famosa pisada de uvas, en la que los participantes trituran con los pies la parra de este exótico fruto (de esta forma se adquiere el mosto para elaborar el vino y el pisco). Los visitantes también pueden hacer un recorrido por las principales y más antiguas bodegas iqueñas.
O degustar los platos de las distintas ferias gastronómicas; apreciar los concursos de belleza y las creativas comparsas que recorren la ciudad.
La Cruz de Motupe. La devoción empezó en 1868, luego de que José Mercedes Anteparra encontrara, en el cerro Chalpón, una de las tres cruces de madera de guayacán colocadas por el religioso franciscano Juan Abad. Cuenta la historia que el hombre se habría internado en el cerro para concentrar su fe, y al marcharse dejó algunos manuscritos que ayudaron a dar con el monumento. La búsqueda se intensificó luego de que una profecía vaticinara una posible catástrofe.
Los norteños oraron mucho y felizmente, dicen, la Cruz de Motupe los protegió de todo mal. Con el pasar de los años, cobró gran reconocimiento la cruz por los testimonios de sus fieles, quienes le atribuyen milagros.
Aunque puede ser visitada en cualquier época del año, las actividades por su celebración oficial inician el 2 de agosto. Este día, la cruz abandona la pequeña ermita que la resguarda (ubicada en el cerro Chalpón) y descansa en el caserío de Zapote para después iniciar su camino hacia Motupe, donde es protagonista de actos litúrgicos e innumerables manifestaciones de fe. El 5 de agosto, el día central, se puede observar un espectáculo con fuegos artificiales y un despliegue artístico propio de la zona.
Fuente: Andina/ RPP/ Perú 21/ El Comercio