Mujeres clave de la Historia del Perú: La Sacerdotisa de San José de Moro
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El descubrimiento más importante de la cultura Moche llegó poco después de las excavaciones que mostraron al mundo al Señor de Sipán. ¿Quiénes eran estas mujeres de la élite mochica y cuál era su rol en este antiguo reino peruano?
Existe una vasija, dentro de los hallazgos arqueológicos de la cultura Moche, que muestra la escena que más caracteriza a este pueblo del antiguo Perú: la ceremonia del sacrificio. En ésta, pueden verse, por un lado, a los prisioneros de guerra, amarrados y arrodillados; y por el otro a varios personajes de la élite mochica, entre los cuales destaca una figura de una mujer con dos trenzas sujetas por cabezas de serpientes y un tocado con dos penachos o plumas. La mujer sostiene una copa.
Este personaje existió. Fue una de las mujeres más poderosas del Perú preincaico. Su centro ceremonial se encontraba en San José de Moro, en el actual departamento de La Libertad. Allí, a inicios de los años 90, los arqueólogos Luis Jaime Castillo (PUCP) y Christopher B. Donnan (UCLA) descubrieron sus restos, acompañados de centenares de objetos que demostraban que se trataba de una mujer importante.
MUJERES Y LA ÉLITE EN LA SOCIEDAD MOCHICA
La Sacerdotisa de San José de Moro -la que descubrieron Castillo y Donnan- murió aproximadamente en el año 750 de nuestra era y fue un personaje de la élite mochica, tan importante como el Señor de Sipán. Sin embargo, hasta 1991, su existencia era solo una teoría. Había aparecido en vasijas, murales como el de Pañamarca, en Áncash, o la Huaca de la Luna, en La Libertad, pero no existían evidencias reales de que fuera una mujer real.
En estas imágenes, el personaje participaba en la Ceremonia del Sacrificio, que consistía en sacrificar a los guerreros mochicas derrotados en combates rituales, en la Ceremonia de Entierro o transportando prisioneros en una barca por el mar. Era una presencia central en algunos de los actos rituales más relevantes de esta antigua civilización, ya que cumplía con funciones que ningún hombre podía: comunicar la voluntad de los dioses a los hombres.
Así, los hallazgos más importantes registrados en San José de Moro son las tumbas de dos Sacerdotisas del Período Mochica Tardío (c 750-800 d. C.) y un conjunto de tumbas de cámara de mujeres de élite. Cuando las encontraron, ambas Sacerdotisas estaban enterradas junto con las "Copas del Sacrificio" y sus singulares tocados que marcaban su posición social.
¿QUÉ HABÍA EN SAN JOSÉ DE MORO?
San José de Moro es una colina que se eleva unos siete metros por encima de los campos de cultivo, a unos 5 kilómetros de la actual ciudad de Chepén, en La Libertad. Con una extensión de 150 hectáreas, el sitio arqueológico está lleno de restos de edificios, tanto domésticos como ceremoniales que fueron ocupados por las culturas Moche, Lambayeque y Chimú, en capas superpuestas que corresponden a casi 1000 años de ocupación continua.
Ciertamente, se trata de un espacio muy particular, no solo porque las tumbas se encontraron casi intactas, sino que abundan las evidencias de que se trataba de un centro donde se juntaba la élite de toda la región del valle de Jequetepeque para participar de rituales muy elaborados. Allí se realizaban sacrificios, entierros, rituales de culto a los ancestros y todo tipo de ceremonias de carácter religioso. Y al centro de toda aquella acción, la Sacerdotisa.
Los arqueólogos que, desde entonces, siguen trabajando en el área, han encontrado también que allí se producía chicha y alimentos preparados especialmente para quienes acudían al lugar a formar parte de los rituales. Y es claro que, como centro ceremonial, San José de Moro era también un centro de comercio e intercambio cultural, donde confluyeron personas de todos los Andes centrales, desde Cajamarca y Chachapoyas, hasta Ayacucho y la Costa Central.
Hoy sabemos que esta Sacerdotisa no fue la única figura femenina importante de la cultura Moche. El descubrimiento de la Dama de Cao en 2006 confirmó que no solo los hombres ocuparon posiciones de poder en la cultura precolombina del norte del Perú.